El PP no acaba de resolver su agujero negro vigués, que ayer volvió a exhibirse ante los excelentes resultados globales de Alberto Núñez Feijóo (ANF). Que ganó en Vigo con claridad, eso es cierto, aunque menos que en el resto de la comunidad gallega. Mucho menos. El presidente hizo una buena campaña en general, y también en lo concerniente a la Muy Leal, donde vota y tiene su domicilio legal, pero no ha sido suficiente para mejorar sus resultados en la mayor ciudad gallega, ni siquiera con una sucesión de 14 compromisos, a los que ahora se encuentra atado al revalidar mayoría con más apoyos en votos y porcentaje. Vigo sigue siendo tan zurda como siempre y el PP no remonta y está estancado, aunque logró una buena noticia: mejoró sus posiciones sobre las dos últimas elecciones generales. Poco para un partido que siempre aspira a gobernar.
Si la campaña no ha funcionado en Vigo, donde la propaganda señalando a la Xunta en asuntos como el hospital o Peinador ha calado, en cambio sí lo ha hecho la apelación al voto útil en toda Galicia. Tenía claro ANF, y no se cansó de repetirlo, que si Ciudadanos entraba en el Parlamento, el PP no sólo iba a perder la mayoría absoluta sino que la izquierda tendría posibilidades de formar un multigobierno en la Xunta. Feijóo insistió en que votar C's no era apostar por un gobierno en minoría sino abrir la puerta al caos… y la estrategia funcionó: poco más de una tercera parte de los votantes naranjas en las últimas generales han repetido papeleta en las gallegas.
En la izquierda, suma cero: los votos que pierde el BNG –que parece el otro ganador por sus pésimas expectativas, pero ha vuelta a bajar- y el PSOE, de nuevo tercero, los gana Marea. Continuará...
