Opinión

Cristiano Ronaldo, el genio sin lámpara

Cristiano Ronaldo es el personaje del día paradójicamente mucho más por lo que no hizo que por lo que hizo. El jugador portugués debía tener una misión concreta en el organigrama de Queiroz para el partido por España. Pero entre las dudas del seleccionador y la falta de motivación que atenazo al delantero, el sistema se quedó cojo de una pata que era, por otra parte, la principal. Si Portugal jugó a la contención en su partido contra los españoles, y argumentaba salidas fulgurantes a la contra para sorprender a la defensa roja, apenas hay posibilidad de que el dispositivo prospere si la pieza maestra del engranaje tira la toalla nada más iniciar el partido. Un jugador como Ronaldo, muy fuerte, veloz, demoledor en carrera, con un cambio de ritmo fulgurante, un regate diabólico con el balón pegado al pie y un disparo que es un cañón de artillería, debe bastar para ofrecer viabilidad al proyecto. Pero si el delantero se frena a la primera de cambio, renuncia a la carrera y decide aparecer sólo en la ejecución de libres directos, todo el organigrama se va al diablo y Cristiano está condenado al fracaso. Eso le pasó contra España, secundado por la falta de criterio desde el banquillo. El seleccionador le cambió de demarcación al menos tres veces durante el partido, y la estrella acabó totalmente desquiciada y en una perpetua pelea con su jefe. Antes del partido, Cristiano fue el único que no cantó el himno de su país. Minutos después del final del encuentro y cuando le preguntaron qué le había parecido, Cristiano respondió lacónicamente, ‘Preguntad a ese’. Ese era, por supuesto, Carlos Queiroz. Algo pasa en el Mundial que las grandes estrellas no dan una. Cristiano Ronaldo se va a casa sin haber dado prácticamente nada y Messi se queda tras una trayectoria gris y en tono menor que no le faculta para triunfar por el momento y que no se ha alegrado siquiera con un gol. En España estamos asistiendo a una reivindicación de los menos asiduos mientras que Torres es una verdadera calamidad e Iniesta anda muy por debajo de sus posibilidades. ¿Será este el Mundial de Llorente y Capdevilla que hicieron ambos un partidazo contra Portugal?. Pues todo puede ser. Al menos, los dos han volcado sacrificio y dedicación que es lo que no han querido aportar ni Cristiano ni Messi. El primero porque va de sobrao por la vida y no encuentra espejo donde mirarse. Y el segundo porque, muy al contrario, si no acierta se achica. El caso es que, junto con Rooney por ejemplo que podía ser el tercero en discordia y que ya está en casa desde antes que Ronaldo, están formando un grupo de estrellas deslumbrantes que han acudido a Sudáfrica a cubrir el expediente. Por el contrario, los modestos dan el callo y se están mereciendo más.

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