Opinión

31 trabajadores

Acostumbrados a las malas noticias en materia económica y laboral hay que felicitarse por todos los datos positivos que aparezcan en el horizonte, en la medida que supongan un cambio de tendencia, y ese efecto se habría producido tanto con 31 parados menos como con 31 parados más si de lo que se trataba es de señalar que al contar el número de parados en el mes de agosto se han roto dos de ellas: es el primer año desde 2006 que se encadenan seis meses de descenso del paro, y es el primer mes de agosto en los últimos trece años en el que se crea empleo, aunque sea de unas dimensiones tan raquíticas.

Pero después de la arenga de Rajoy a su equipo directivo y del énfasis que puso la secretaria general del PP al anunciar que los datos del paro conocidos ayer serían buenos, queda la sensación de que una vez más la montaña ha parido un ratón y que se han dejado llevar por el entusiasmo para dar la sensación de que incluso en la creación de empleo se empiezan a ver brotes verdes, o como quiera que los denominen los distintos portavoces encargados de trasladar las buenas nuevas a los ciudadanos, después de la mejora de la balanza comercial, de la competitividad, de las exportaciones o de la llegada de turistas. Pero no hay que olvidar que pese a que en los ocho primeros meses del año el desempleo ha disminuido en 149.940 personas, el mejor dato registrado en este periodo desde el año 1999, en tasa interanual el paro registrado se ha incrementado en 73.149 personas, el 1,58%.

Si bien no se puede poner nombre a los 31 nuevos trabajadores que han contribuido al crecimiento neto del empleo, aunque podría lograrse con un poco de esfuerzo, si se puede avanzar un perfil sobre sus características personales, del puesto laboral que ocupa y del tipo de contrato con el que va a desarrollar su trabajo. De lo que no hay duda es que la mayoría de ellos, un 94%, tendrá un contrato de trabajo temporal; que es mujer, puesto que el paro ha descendido entre ellas mientras que ha subido entre los hombres; que pertenecía al colectivo de personas sin empleo anterior que ha disminuido en 9.220 personas, con lo cual también puede ser joven; que no va a trabajar en el sector servicios ni en la industria que son sectores en los que continúa la destrucción de empleo, y que lo harán en la agricultura o en la construcción; que no habrán encontrado empleo ni en la Comunidad Valenciana ni en la Región de Murcia que son la comunidades autónomas que más empleo destruyen y lo habrá hecho en Andalucía, que es un trabajador extranjero porque entre este grupo el paro bajó en 11.246 personas en agosto, y que no se ha hecho autónomo porque más de 12.000 de ellos se han dado de baja en la Seguridad Social.

Los datos del paro registrado del mes de agosto, en definitiva, no vienen sino a certificar el fracaso de la reforma laboral, que lejos de acabar con la dualidad entre fijos y temporales la acentúa, y que el empleo está ligado a la estacionalidad mientras sigue destruyéndose tejido productivo en el sector servicios, la tasa de paro sigue estando por encima del 25% que es una barrera psicológica de la que no se va a bajar en los próximos meses, y con la afiliación a la Seguridad Social en un camino descendente con 99.000 afiliados menos que el mes anterior, tras cinco meses de subida.

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