El local, Spyce, nace de la idea de dos jóvenes amigos que soñaban con crear un espacio de comida sana a precios asequibles
Boston ha dado un paso adelante en el mundo de la robótica con la apertura del restaurante Spyce.
El local está regentando íntegramente por robots, que sirven y cocinan cada uno de los platos del menú. Sus creadores, dos jóvenes amigos, soñaban con abrir un restaurante de comida sana y barata, y se les ocurrió esta novedosa fórmula.
Los robots cortan, pelan, trituran, asan e incluso emplatan los alimentos antes de que los clientes recojan los platos. Eso sí, detrás de las máquinas está la mano humana: un grupo de chefs que idea y crea los menús. Por lo menos por el momento, hasta que los robots tengan inventiva.