Opinión

El barrio que falta para coser Vigo

Vigo tiene varias cicatrices sin resolver que afean el conjunto y la más llamativa se encuentra a la vista de todos, frente al mirador de la Ría del Paseo de Alfonso XII. El Barrio do Cura es la pieza clave para ordenar desde el entorno de la Panificadora -otra a la espera, con mejores perspectivas- hasta el Casco Vello y O Berbés e incluye la salida de Torrecedeira, nunca resuelta, y sobre todo acabar con un punto negro en el corazón de la Muy Leal. Hay otros -A Seara, plaza de España, el ámbito entre Florida y Balaídos o San Roque- pero ninguno de la relevancia de Barrio do Cura, que ya es un símbolo de una frustración prolongada en el tiempo. Resulta bien conocido que cuando Valery Karpin colgó las botas decidió convertirse en promotor de proyectos a lo grande en Vigo en un momento en que la economía avanzaba en el ciclo alcista y casi todo parecía posible. Karpin recibió innumerables garantías de los responsables municipales sobre plazos para el desarrollo de su propuesta, que inicialmente se circunscribía al antiguo asilo. Fue desde el consistorio donde se le animó a ir más allá y urbanizar con un proyecto de excelencia el Barrio do Cura, que se había quedado achicado y sin resolver. Eso fue hacia 2005 y desde entonces ha pasado de todo en Vigo pero el barrio continúa como estaba pese a superar todo tipo de tramitaciones administrativas y urbanísticas y crisis y procesos judiciales. O para ser más exactos se encuentra mucho peor. Continuará...

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