El baluarte del siglo XVII integra el sistema defensivo de la frontera portuguesa
La fortaleza de Altaia, en el municipio portugués de Vila Nova de Cerveira, cuenta ya con el reconocimiento del gobierno luso como un Monumento de Interesse Público, una distinción que el Ayuntamiento había solicitado e iniciando el expediente hace cuarenta años. Localizada en lo alto de Lourido, en mitad de la subida y con unas grandes vistas sobre todo el valle, funcionó como complemento de la defensa de la villa y del fuerte de Lovelhe. En conjunto con este fuerte y con el castillo medieval de Cerveira, esta atalaya constituyó el sistema defensivo de la población y de la frontera del río Miño a lo largo del periodo de la guerra de Restauración entre 1640 y 1668 que pusieron fin a la etapa en la que Portugal perteneció a la corona española. Aunque se atribuye la construcción al esfuerzo militar de mediados del siglo XVII, su tipología apunta al estilo renacentista, de influencia italiana, que caracterizaron la primera mitad del siglo, siendo aún posible que la intervención setecentista haya reformulado una estructura de origen medieval. A estas plantillas corresponde el torreón cilíndrico de poca altura, rematado en cordón y parapeto preparado para piezas de artillería. Una construcción singular y de gran interés en un paraje de gran belleza.