Leo con estupor las declaraciones del pasado día 6 de Noela Blanco, diputada autonómica por el PSOE, en las que muestra su "profunda preocupación" con la aparición de lo que considera la "España negra", –en referencia a la entrada de Vox–, y define la Constitución como "garante de dereitos e liberdades", recordando que como cualquier texto legal, "urxe reformala", sobre todo ante la llegada de la "ultradereita", y para soliviantar el "problema territorial".
Decirle a Noela Blanco que, lo primero que debe hacer, es leerse el programa de Vox, para no caer en el topicazo de calificar a Vox como ultraderecha, insultando además a los más de 400.000 andaluces que votaron por este partido hace una semana. Su comentario deja en entredicho su supuesto talante democrático. Aun no la he oído criticar las acciones totalitarias y violentas ocasionadas por manifestantes radicales de extrema izquierda en Andalucía, quemando mobiliario urbano y destrozando comercios de humildes andaluces.
Decirle a Noela Blanco que el único problema que hay en España es con los que no respetan la Constitución y se quieren saltar sus leyes, proclamando la independencia de una parte de España (sobre la que decidimos todos). Precisamente con esos con los que pactó el líder de su partido, Pedro Sánchez, para llegar a la presidencia de España.
Recordarle finalmente a Noela Blanco que el único partido político que ha intentado violentar el Estado de Derecho fue precisamente el PSOE, en octubre de 1934, con el fallido golpe de Estado promovido por Largo Caballero, que por suerte para España no triunfó, al ser sofocado por las fuerzas leales a la República, al frente de las cuales estaba un tal general Francisco Franco. Los españoles llevamos 84 años esperando a que el PSOE pida perdón por ese intento de golpe de estado. Le invito a que empiece usted pidiéndolo, en nombre de su partido.
