Cartas al director

La derecha necesita un nuevo liderazgo

Con ideas claras y definidas sobre su base ideológica, que abarquen de dónde viene y adonde pretende llegar, sin renunciar al pasado fundacional, para poder enfrentar con solvencia el futuro, deslastrándose de complejos, errores y corruptelas que llevaron al partido que la represente, el PP. A este desastre, dónde fue la confusión y el engaño traicionero, inducido por quienes le hicieron perder el liderazgo y también el Gobierno de la nación. Ello le obliga a emprender hoy, con prisa y sin pausa, esta travesía del desierto, exigente y puntual, con una regeneración interna urgente y teniendo como objetivo prioritario el rescatar sus valores y principios hoy enrabietados por las formas traicioneras y los abandonos sufridos, luego de ganar con mayoría absoluta de 184 diputados las elecciones generales de 2012, donde todo lo fiamos a la recuperación económica, sin ninguna duda importantísima, pero nos faltó la comunicación y el trabajo político del partido en la calle para dar respuesta a la confianza depositada y las necesidades sociales que los ajustes provocaron y aquí caben aquellas bíblicas palabras: No solo de pan vive el hombre. Lo que el PP no quiso o supo interpretar, el Gobierno marchaba por un lado y el partido por otro, el divorcio estaba a la vista. Las desavenencias entre  la vicepresidenta del Gobierno y la Secretaria General del Partido, crearon el ambiente propicio para los aventureros y mercaderes que invadieron el partido, llenándonos de corrupción y desidia, con la mirada perdida de ambas y la ceguera que le impusieron a D. Mariano Rajoy.
Ante este confuso panorama, un nuevo PP debe salir de este nuevo Congreso Nacional, con un nuevo líder, capaz de desmarcarse de todo lo negativo, sucedido estos últimos años. Alguien que ilusione y ponga como una condición intransferible nuestros valores y principios ideológicos, tan maltratados los últimos años, para complacer a ese centro virtual y confuso que, nuestros adversarios políticos nos vendieron para infectar de aventureros y mercaderes nuestra organización y llevarla al desastre actual. Sus últimos coletazos fueron los resultado s de la primera consulta para escoger nuevo líder, demostrando su poder destructivo interno, que sigue vivo y coleando, para mantener prebendas y privilegios obscenos que ayudaron a este desastre. 
Queda la última palabra y la tendrá la militancia, representada por sus compromisarios en el Congreso del venidero 20 y 21 que deberán, con su trascendental decisión, marcar el rumbo y destino del PP y de una derecha moderna, clara y unida con sus valores y principios, como bandera. Si de verdad queremos levantar l amoral y algo más de nuestro PP, y quien si reúne todas las papeletas yes garantía de triunfo es sin duda alguna, Pablo Casado, joven aguerrido y valiente con las ideas muy claras de donde venimos y que queremos llegar sin romper con nuestra historia y pasado. Y es aquí precisamente donde apuntara su talante que coincide con la gran mayoría de nuestros votantes, que aspiran y desean un nuevo líder, que garantice nuestros ideales de derechas y la unidad del mismo, para propiciar ese retorno masivo de nuestros votantes, para hacer posible,volver a gobernar en España y seguir liderando, la transformación económica,social y política de nuestro país. 
Bajo la tutela y guía de una derecha, representada por un PP, unido ideológicamente fuerte y democrático, donde cabemos todos. Siempre y cuando respetemos sus estatutos la Constitución y Leyes, pilares fundamentales e indispensables de nuestro desarrollo democrático.
Estos venideros días, hasta llegar al Congreso de PP, serán frenéticos y apasionantes, no descartemos movimientos adversos y tendenciosos de nuestros adversarios políticos, muy activos y confusos, en ese sub mundo tenebroso, que maneja alegremente, algunos medios de comunicación que intentan ayudar a quien les facilitó el poder mediático que hoy ostenta y que tanto daño causó y  causa al Partido Popular y a sus militantes, que perciben en sus emisiones diarias y con estupor, los ataques despiadados, mañana, tarde y noche, contra el PP y sus líderes. Así paga el diablo a quien le sirve. Paralelamente se decantan y hacen campaña por su albacea preferida, descaradamente, solo buscan la destrucción definitiva del PP, con cinismo e hipocresía (lo que no aceptará jamás nuestra militancia).
Son muchas y poderosas las razones para apostar por el liderazgo de Pablo Casado, su franqueza, juventud y decisión de revivir valores y principios, extraviados hoy en nuestro PP. 
El nos ofrece responsabilidad y confianza que pronto se traducirán en esperanza visible para un futuro mejor. Tal vez sea este último lo que nunca perdimos, quienes confiando en valores y principios, heredados de nuestros fundadores, siempre creímos y seguimos fieles a su regeneración y recuperación por ser el referente de la familia en España y la estabilidad socia para el progreso en libertad, inspiración del humanismo cristiano que fue nuestra guía social de formación política y fiel a ella, aprendimos por el mundo, a perdonar, sin olvidar de donde venimos y pretendíamos llegar.