Cartas al director

Hacia ningures caminan En Marea y el BNG

 Sobre lo que hoy ocurre en Venezuela, que para nada sorprende su ignorancia y deriva ideológica inducida de marxismo que, unida a su marcada falta de sensibilidad humana, ya rebasa todo equilibrio útil y necesario para sobrevivir en este mundo complejo y globalizado, cuando lo que está por medio y en juego es la supervivencia democrática de millones de ciudadanos en Venezuela y entre ellos, cientos de miles de paisanos emigrantes y sus descendientes, que luego de una vida de trabajo y cotizando al IVSS, de Venezuela, viven hoy un doble calvario allá y aquí, al verse algunos ya retornados, privados de su pensión legítimamente ganaron los que hoy residen en España, ya tienen dieciocho meses sin cobrar, pero sus penurias y necesidades son ignoradas por estos redentores o revolucionarios tarifados, ya convertidos en lacayos al servicio del nuevo comunismo, dirigido desde La Habana, lo que hoy ya exhiben dentro y fuera del Parlamento de Galicia, estas dos formaciones políticas. Son el fiel reflejo de su pensamiento retrógrado y desprecio humano incluido hacia la tragedia que hoy vive aquel hermano país llamado Venezuela.
Su hipócrita aptitud y camino hacia ningures, tiene un precio que no sorprende a nadie, pero mucho menos a quienes vivimos y convivimos en aquel entrañable y solidario país, durante cincuenta años hasta 2004. Y conocemos su historia política para poder opinar sobre su particular momento y las causas que lo motivaron. Viene a mi recuerdo cuando en el año 2003, en pleno mandato de Hugo Chávez,  comenzando aquel peregrinaje de izquierdistas y nacionalistas de todo pelaje y nacionalidades, uno de ellos fue Anxo Quintana, del BNG, que alabó a Chavez en la prensa local, con aquella frase lapidaria y acusatoria. Esta es la revolución que yo quiero para mi Galicia y se quedó tan pancho. Cuando visitó la hermandad gallega, antes de retornar, fue abucheado por sus paisanos allí reunidos. Estos ya empezaban a sentir los primeros coletazos de la revolución que él alababa inconscientemente. Hoy, aquellos coletazos de antaño, ya se convirtieron en una tragedia nacional para los venezolanos, que Podemos intentan repetir aquí. Y con unos y otros tenebrosas alianzas, pretenden negar la realidad actual, pero lo tienen muy difícil, ya que los hechos desgraciados que hoy vive aquel país, son inocultables  y rebasan la tolerancia democrática y el aguante ciudadano, mientras los herederos de Anxo, siguen sin enterarse y haciéndole el juego, a Podemos y sus Mareas, financiados por Chávez ayer  y Maduro hoy, que pretenden trasladar a España una franquicia de su revolución de fracasos. ¿Alguien tiene dudas de ello y las consecuencias que acarrearía todo esto? Es para desconsolarse y ponerse a llorar.
Es evidente también que lo que hoy vive Venezuela, no solo es culpa de Chávez ayer y Maduro hoy. Tal vez buscando una salida a los errores y corruptelas de AD y COPEY, el pueblo de Venezuela se equivocó o fue vulgarmente engañado. Tal vez, entre ellos me encuentre. El cansancio y la desesperación hicieron una sociedad muy compleja, que toleró este engaño que hoy perturba su existencia democrática. Quienes no estamos  dispuestos a seguir esa ruta macabra, nos revelamos hoy conjuntamente con nuestros hijos, para no morir de hambre y arrodillados, para entregar Venezuela a los delirios comunistas de los Castro y la narco-guerrilla colombiana.
El rechazo ciudadano es eminente y así lo están demostrando su valiente juventud, hambrienta y maltratada, pero no renuncia a su democracia y libertad, y dispuesta a todo, llevan ya dos meses en la calle, reclamando y luchando democráticamente por su libertad. Ni la brutal y desproporcionada represión, que ya contabilizan 60 víctimas mortales, y miles de detenidos fueron capaces de frenar su lucha, que traspasa sus fronteras y tiene la solidaridad de todos los países democráticos, incluida España. 
Es aquí precisamente donde se desmarcan los de En Marea, Podemiotas y BNG para conjuntamente con los separatistas catalanes, optar por su viaje a ningures, demostrando con su extremista aptitud, que ni son demócratas y mucho menos solidarios con su patria y los necesitados del mundo libre. Ignoran, por conveniencia extremista, que entre los atrapados están muchos de nuestros emigrantes con sus familias y descendientes, y solo les quedan los tristes recuerdos y la resignación de sus traiciones continuadas hacia nuestros emigrantes por el mundo.