Cartas al director

La izquierda española apoya a Maduro y sataniza la emigración

Su apoyo a Maduro y su “robo-lución de fantasía” está clarísima y es preocupante hoy, ya que están utilizando a los invasores violentos y sin papeles que hoy acechan nuestras fronteras, para colaborar descaradaente con las mafias que los controlan y explotan, disfrazados de emigrantes. Saben y les consta del eminente peligro que todo ello ocasionará a la convivencia ciudadana y los emigrantes legales que trabajan, residen y conviven con nosotros hace años y están integrados razonablemente al país.
La emigración es útil y productiva para ambas partes, cuando la misma es fruto de convenios legales entre dos o más naciones, donde deben imperar el respeto mutuo a sus leyes, pilar fundamental para conseguir un trabajo rentable, para con el y un comportamiento aceptable en el tiempo pasar a la etapa natural y racional de una integración positiva a nuestra idiosincrasia, fueron afirmaciones de Don Rómulo Betancort (los años sesenta).
Todo ello encaja claramente en la tragedia que hoy vive Venezuela, que pone al descubierto las falacias retóricas de una izquierda desnortada y rehén de su resentimiento comunista, adosado de envidia y odio revanchista, que ya llegó a aquel entrañable país a la ruina económica, social y política. Lo que hoy descardamente intentan trasladar y sin recato alguno a España, por Podemos y sus mariachis, despreciando y confundiendo a los ciudadanos para abandonarlos a la buena de Dios, ante la amenaza evidente que hoy se viven, con los inversores violentos y sin papeles que las mafias controlan y ellos protegen descaradaente siguiendo los manuales que impone el nuevo Comunismo disfrazado de Socialismo del Siglo XXI. Su camuflaje estrella es utilizar el nombre de Emigración para sus bastardas maniobras de distracción y acopio político a la vez.
El daño ocasionado a nuestros emigrantes por el mundo es catastrófico. Lo fue ayer en Cuba y hoy se repite en Venezuela, donde sufren expropiaciones, saqueos, acorralamientos con el riesgo incluido de sus propias vidas. Mientras aquí nuestros políticos hacen gala de su mirada extraviada y una complicidad supina que causa alarma en toda la ciudadanía, especialmente en aquellos emigrantes legales ya radicados en España de hace años y que hoy se ven señalados por ese manejo sucio y ramplón que de la emigración hacen hoy las mafias y sus alcahuetes de las izquierdas y que algunos “core-ven y dile” que salen a la prensa y dicen estar hasta el gorro de Venezuela y la cantinela que avisa con insistencia de los fracasoso de su revolución y las atrocidades que allí hoy se viven. Tratar de tapar el sol con el dedo es de necios, yo también estoy algo más arriba del gorro y molesto con Maduro y quiero exponerlo públicamente. Soy uno de los españoles que salimos al mundo legalmente, los años cincuenta embriagos de esperanzas y ansias de progreso para con nuetro trabajo y sacrificio aliviar y ayudar a nuestra familia y patria para paliar las necesidades existentes entonces. Muchos fuimos los que triunfamos y retornamos a la patria luego de una vida de trabajo y vicisitudes cotizando puntualmente al (IVSS) para tener derecho a una jubilación digna en la vejez, pese a ese maravilloso gobierno progresista y comunista, amigo de las izquierdas y separatistas españoles. Ya cumplió tres años que no nos paga la misma y somos diez mil en toda España y cuatro mil en Galicia con sus respectivas familias a cuestas. Para nada es extraño que estas izquierdas gallegas desprecien a sus emigrantes por el mundo, ayer cuando partimos nos llamaban traidores por no dejarnos morir de hambre y buscar vida y trabajo donde había legalmente. Así apludieron tambien el 2011 la implantación del voto rogado a la diáspora ideado por el PSOE y PP. Hoy homenajean en sus ayuntamientos a los verdugos de sus hijos por el mundo, expropiados, arruinados y algunos asesinados vulgarmente por sus homenajeados. La pelota le rebota en sus propias narices, es el contraste fantasioso y vulgar de utilizar la palabra emigrantes para camuflar invasores y sin papeles hoy en España y que ellos ayundan descardamente para juntos y revueltos asaltar el estado de derecho imperante hoy aquí, que con más aciertos que errores nos propiciaron cuarenta años de progreso en libertad. Esta película de terror y miedo yo ya las viví en la Venezuela Bolivariana y aquella generación de indocumentados sin patria y rumbo es la que desgobierna aquel entrañable país hoy. Cada español que saque incluyendo los que dicen que están hasta el gorro de escuchar nuestros razonados avisos sobre el particular.
Nelson Mandela dijo: “Si no hay comida cuando tienes hambre, si no hay medicinas cuando estás enfermo, si no hay democracia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia se convierte en un cascarón vacío a pesar que los ciudadanos voten y tengan un parlamento. Y tú sigue ciedo tu camino con permiso de mi admirado (Arcadi Espada).