Cartas al director

Contradicciones político y sociales

n  n  n Dentro de  mis observaciones  sociales  quisiera  compartir  con los lectores algunas  contradicciones detectadas  en mensajes  que  nuestros políticos, o   la sociedad  en general  transmite a   la opinión pública  y nos dan mucho  que pensar:
La primera sería de  quienes están  totalmente a  favor de cualquier  tipo de  aborto, y sin embargo  están totalmente  en contra  del maltrato animal, de usar  abrigos de  pieles, o de  la fiestas de los toros. ¿qué es primero la dignidad  humana  o la animal?
La  siguiente  contradicción es  quien dice  que  defiende  a  los trabajadores,  pero nunca  bajó a  la mina, o tuvo un accidente  laboral, es decir sudó la camiseta  trabajando. Vio el trabajo desde   la barrera, y como dice  San Pablo a esos  que tanto hablan, también les pedimos que trabajen para  que no sean una carga  para  nadie  y coman de  su trabajo, su propio pan.
La tercera  cuestión hace  alusión a  la protección de  la naturaleza, al cuidado de  los  árboles. Hay quien se  le llena la boca de  eco, pero  vive muy poco lo que es  hacerse  responsable de  cuidar  cincuenta, cien, mil  árboles… Yo por ejemplo  intento cuidar   algo más de mil árboles, y  no siempre por sus frutos.
La cuarta, hay quien está en contra del desempleo, pero tiene  un cargo político de  confianza de  hace  varias  décadas, y  ha blindado  muy bien su contrato de  alta  dirección, por si acaso en  las  próximas  no repite.
La quinta, hay quien habla de preferencia  y sumariedad  en los procesos, y en la Facultad, pero  hay procedimientos   y procesos  judiciales que se  atrancan en el tiempo, in illo tempore. Que alguien lo explique.
La sexta,  hay quien tiene  información privilegiada  y la usa  para  su provecho, y no también para  el beneficio de  la comunidad, a eso se  le llama delito, otros  lo llaman empresario ejemplar.
La séptima, hay quien critica  a las Iglesias por hacer  caridad  y ayudar, pero  ellos  hacen lo mismo por un puñado de  votos y alcanzar  el poder, sin embargo estos últimos se creen mejores y justificados. ¿Tiene  pues la solidaridad social bandera o color político? 
La octava: hay a  quien le molesta perder, porque en el fondo  nunca  supo  ganar, jugar  limpio.
La novena, hay quien engorda  la cuenta de resultados a base  de medias  verdades, y gracias a  la credulidad de  algunos, vive  cómodamente.
La décima, hay quien promete la luna  y más  allá, pero cuando llega  al poder, sólo nos llega  la sombra de la silla  o de  la mesa  que lo mantiene  en pie  y cobija.