"La posición financiera de Estados Unidos dio en 1983 un giro radical, pues pasó de una situación de acreedor por valor de 4.600 millones. Al mismo tiempo, la situación de los países en vías de desarrollo no productores de petróleo se ha visto considerablemente agravada en su relación de intercambio con el resto del mundo, deteriorándose en el pasado en un porcentaje del orden de uno 20%. El aumento de los tipos de interés por parte de la gran banca norteamericana e internacional ha venido a incrementar la deuda exterior.
Todos estos factores inciden de manera evidente en el gran problema económico planteado actualmente en el mundo: el de la deuda exterior de los países en vías de desarrollo, especialmente latinoamericanos. La primera reordenación financiera, que afectó a los países industrializados en los años de la crisis del petróleo, se efectuó con relativa facilidad y con un coste soportable. Ahora, sin embargo, el problema de los ajustes se plantea con una gravedad que solo recurriendo a la negociación política internacional pueden hallarse las soluciones". Texto de José Luis Leal (fue ministro de Economía, 1979-1980).
