Lo comentado por este exministro ha producido malestar, ¿pero alguien se ha molestado en comprobar lo que lleva cobrado de pensión y lo que ha cotizado durante sus años de trabajo? Me explico: coger las nóminas, ver las bases de cotización y calcular el 28% de ellas cada mes y de eso detraer la mitad para la jubilación y ver lo que le sale. Es fácil ver que una persona que ha cotizado durante 40 años, pues en 10 de jubilación habrá cobrado 4 veces más. Esto es una realidad que la población pensionista no se ha parado a comprobar. Y si tenemos en cuenta que ese dinero aportado ha producido unos intereses y también teniendo en cuenta el IPC de esos años, el señor Solchaga sigue teniendo razón, no serian cuatro veces, pero sí más del doble lo cobrado. En España, la tasa de reposición, que es la cantidad de pensión que se cobra en relación a la última nómina, es del 70%, mientras que en Europa la media anda por el 45%.
Están con el Pacto de Toledo los partidos políticos, están perdiendo en tiempo en fijar qué cantidad de aumentos tienen que hacerse cada año, cuando el verdadero y único problema es cómo se mantienen las pensiones, aunque sean congeladas. Eso es el verdadero problema, pero a eso no se atreven, primero por que no saben y segundo porque hay que reducir los gastos superfluos, entre ellos los escandalosos sueldos de la clase política y el lastre que son los 17 gobiernos autonómicos, una estructura de Estado que no podemos sostener.
Una de las soluciones pasa por alargar la edad de jubilación y cobrar menos. Esto es muy duro de decir y más todavía de hacer.
Esto pasa por ser la primera de las muchas medidas a tomar. Pues conviene saber que cuando se establecieron las pensiones las personas vivían cinco años más de media, pero hoy, gracias a Dios y la buena sanidad de la que disfrutamos, las personas viven de media 15 años más, por ello hay que pagar más y por más tiempo, y eso es algo que los pensionistas tienen que tener muy en cuenta, y que por favor no los manejen y que no fuercen más la máquina pues a lo mejor rompe, ¿y después qué?
