vigo

Wetaca, la empresa de un vigués que crece un 800%

Andrés Casal hizo un descanso en la frenética actividad de Wetaca en Madrid y los últimos días estuvo en Vigo con su familia, en la foto en la Porta do Sol.
photo_camera Andrés Casal hizo un descanso en la frenética actividad de Wetaca en Madrid y los últimos días estuvo en Vigo con su familia, en la foto en la Porta do Sol.

Andrés Casal empezó en la cocina de casa con su socio Efrén Álvarez y ya facturan 1,5 millones

nnn Si todavía no ha oído hablar de Wetaca seguro que a partir de hoy no la olvidará. Esta joven empresa, que apenas lleva dos años de actividad, ha conseguido incrementar sus ventas un 800% en el último año y cerrará 2017 con una facturación de 1,5 millones de euros. Su propuesta es "come bien todos los días", de hecho su nombre es el acrónimo de "we take care" (cuidamos a la gente), y su historia es la del esfuerzo de dos jóvenes estudiantes que unieron sus talentos. Reparten su comida a domicilio por toda España y pronto darán el salto internacional.
Andrés Casal es un joven vigués que hoy tiene 27 años y que al terminar el Bachillerato se fue a estudiar a Icade a Madrid, allí conoció a su socio Efrén Álvarez. Tenían en común que les gustaba comer bien y Efrén además cocinar, de hecho participó en la primera edición de Master Chef y luego hizo prácticas con el cocinero Jordi Cruz. Una vez que empezaron a trabajar al terminar la carrera vieron que no tenían tiempo de cocinar y empezaron en la cocina de su casa a preparar raciones para comer bien. Primero para ellos y luego para sus amigos.
"Compramos una envasadora doméstica que tenías que estar apretando un botón", recuerda Andrés Casal. Así estuvieron cinco meses repartiendo en su propio coche y  cocinando con paelleros porque la cocina ya no les llegaba. 
En ese momento decidieron dar el salto con algo de dinero que habían ahorrado y que completaron pidiendo dinero a sus padres, 17.000 euros cada uno, 34.000 euros que devolvieron en año y medio. El crecimiento fue tal que se lanzaron a hacer una ronda de inversión con fondos y business angels para conseguir 300.000 euros. 
"Como cada vez que nos enfrentamos a algo nos pusimos a leer y cogimos todos los libros que encontramos de business angels, venture capital y todos los blogs y empezamos a preguntar y enviar correos electrónicos", explica Andés Casal. Cuando cerraron la ronda de inversión había más inversores interesados de los que necesitaban y dieron entrada a Cabiedes&Partners y Turtle Capital.
Eso fue en septiembre de 2016 y se mudaron a unas amplias instalaciones con una gran cocina. En septiembre de 2017, un año después, habían crecido un 800%. 
Con un equipo de 35 personas, en noviembre se mudarán a una nave en las afueras de Madrid. "Queremos que todos los procesos de cocina sigan siendo artesanos, que los lotes sigan siendo pequeños -subraya Andrés Casal- si el lote óptimo de carrilleras son 50 raciones en una cazuela no vamos a hacer 51, haremos 50 y luego una más. Sí que estamos metiendo maquinaria en la zona de envasado y etiquetado", precisa.
Reparten en toda España y en Vigo también tienen clientes. En 2017, Wetaca cerrará con una facturación de 1,5 millones. En 2018 prevén multiplicar por 2,5 y superar los 3,5 millones. A mediados de 2018 prevén hacer una prueba en el extranjero, con Londres o París en el objetivo. 

“CUANDO ESTABA EN EL COLEGIO YA VENDÍA GOMINOLAS A MIS COMPAÑEROS”
Andrés Casal es un empresario de vocación, además de que pertenece a una saga de emprendedores vigueses que fundaron hace seis décadas el grupo químico Drogas Vigo, su familia sabía que él tenía el gusanillo. "Cuando estaba en el colegio Los Sauces y en verano íbamos a Irlanda ahorraba el dinero que me daban mis padres y al final compraba unas gominolas que hay allí y a la vuelta las vendía entre mis amigos", recuerda.  En 2016 Wetaca fue la startup ganadora de la aceleradora Seed Rocket. "El principio fue muy duro porque trabajaba y luego le dedicaba tiempo al proyecto, pero me ayudaba pensar que me estaba convirtiendo en la persona que quería", explica este vigués 
emprendedor.  Uno de sus secretos es leer mucho sobre los problemas que se les van planteando y cómo los han resuelto otros. "Al principio teníamos un público objetivo que eran jóvenes emancipados trabajando con una media de 27 años,  que ha pasado a 37 años. Nos hemos dado cuenta que tenemos un público más grande. Nuestra propuesta de valor, come bien todos los días con mínimo esfuerzo, interesa a mucha gente".
 

Te puede interesar