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Tres venezolanos 'retornan' ahora a Vigo a diario por la crisis en su país

Manuel Pérez y María Fernández Ruiz-Martín, ante la oficina de la Federación Venezolana de Galicia, en la Rúa Pino.
photo_camera Manuel Pérez y María Fernández Ruiz-Martín, ante la oficina de la Federación Venezolana de Galicia, en la Rúa Pino.

La oficina abierta en la ciudad constata una avalancha de peticiones por el "desastre humanitario y social"

 La explosiva situación de Venezuela -política, social, económica- no deja de empeorar e hijos y nietos de españoles con familia gallega han tomado el camino de regreso al país donde nacieron ellos o sus padres. La mayoría con doble nacionalidad. Es el caso de Manuel Pérez, quien dirige la Federación Venezolana de Galicia, con oficina abierta en el 56 de la calle Pino, cerca de Fátima, donde señala que este año el ritmo de atención es de unas 120 personas al mes, aunque una parte se desvía por el local que la entidad dispone en la ciudad de Ourense. 
Calcula  que en estos momentos ya atienden  cada mes unos 90 casos en Vigo, tres al día de media de retornados y con posibilidades de que aumente la ola a medida que la situación se hace más explosiva en el país sudamericano. 
El presidente de la federación venezolana, con fuerte acento caribeño pese a haber nacido él mismo en Galicia y tener pasaporte español, explica que en los estadísticas del Concello de Vigo y otros ayuntamientos no aparece esta ola de regresos consignada porque la mayoría se inscriben como españoles, dato que confirman los servicios de censo municipales. En Vigo hay 659 venezolanos anotados, pero la cifra real es muy superior, al no aparecer los que llegan con pasaporte español como "retornados"
“Llevamos dos meses abiertos y estamos viendo una auténtica avalancha de peticiones”, explicaba a este diario. ¿Por qué? Porque como españoles y retornados tienen una serie de derechos que animan a dar el salto oceánico.
“En Venezuela el sueldo medio está ahora en dos euros al mes y aquí reciben 430 de ayuda al llegar, una pareja ni se lo cree cuando ya está en España. Si tienen familia, que la mayoría sí, pueden tirar muy bien un tiempo mientras buscan trabajo”, explica. Claro que “volver” como retornados no resulta nada fácil para estos hispano-venezolanos por las penurias económicas que padecen.
”Están dispuestos a todo, a vender lo que tienen, un reloj, una casa, lo que sea para conseguir un billete de avión, que supone unos mil euros, pero vale la pena”, explicaba, tras señalar los numerosos casos que pasan a diario por su oficina.
Para Manuel Pérez, las cosas están muy claras en su “otro” país, Venezuela, que abandonó ya en el siglo XXI en busca de un destino mejor, antes incluso de que la situación empezara a empeorar rápidamente. 
Lo define con precisión: “Venezuela es un desastre humanitario y social, y nosotros hacemos lo posible por ayudar a los que se marchan de allí, porque ya no se puede vivir, y eso en un país rico, con enormes recursos, resulta incomprensible pero así estamos”. También recuerda el responsable de la Federación Venezolana que el viaje desde América a Europa no hace sino dar la vuelta al que hace 50 o 70 años hicieron miles de españoles, sobre todo gallegos, en dirección contraria, a menudo saliendo del puerto de Vigo para llegar a Venezuela, Argentina, México o Cuba en busca de un mejor porvenir. 

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