El sistema de socorristas y vigilancia funcionó ayer en Saiáns, en la playa de Fortiñón, que dispone del servicio hasta mediados de mes durante las tarde.
Hizo falta, porque el arenal estuvo muy concurrido y con un oleaje espectacular y fuerte resaca que puso en problemas a varios bañistas que pidieron auxilio: eran incapaces de salir del agua por sus medios. Fuerte tensión, pero una actuación rápida que evitó cualquier problema, según señalaron a este diario testigos de lo ocurrido durante la tarde de ayer.
En cuanto a las temperaturas, Meteogalicia había anunciado para hoy la máxima del año con 34 grados, pero se quedó muy lejos: alcanzó los 30 a las dos de la tarde, momento en que la niebla que entró por la Ría provoco una caída en picado del calor. El mercurio descendió hasta los 19 grados. Para los próximos días, cielos cubiertos y con posibles lluvias y máximas de 24 grados. n
