El hospital forma parte de un consorcio de empresas e instituciones que desarrollan un prototipo con financiación de la Axencia Galega de Innovación y la Unión Europea.
Povisa espera contar con todos los permisos para probarlo en pacientes en 2018.
El Consorcio avanza que podría tener un coste en el mercado de cien mil euros, una cifra baja teniendo en cuenta que robots similares cuestan un millón de euros.
Una de sus ventajas es que permite reproducir los movimientos del brazo: tendrá seis grados de libertad mientras la mayoría de robots tienen solo dos.
El consorcio está formado por Aimen, dos empresas de ingeniería (DGH y i3Te), la empresa de audiovisual Ficción y Povisa, todos ellos liderados por Balidea.
