Un grupo de sesenta voluntarios esparció 17 toneladas de paja seca para evitar que las lluvias erosionen la tierra
La recuperación del monte vigués comenzó ayer con el reparto de 17 toneladas de paja en los montes Galiñeiro y Alba, dos de las laderas más afectadas de la ciudad. Un grupo de sesenta voluntarios repartieron el heno por la tierra quemada con el objetivo de compactar el sustrato, y de que en caso de que haya lluvias fuertes el agua no erosione el monte.
Una semana después de los incendios que devoraron buena parte de las parroquias viguesas más rurales, el Concello inicia con esta operación la fase de recuperación del sustrato, previa a la reforestación. Estas medidas, así como la declaración de zona catastrófica, se tomaron de acuerdo con las comunidades de montes el jueves.
El alcalde Abel Caballero recordó ayer que "en este momento los incendios extinguidos" y que ayer se inicó el proceso de lograr que "el daño del incendio sea el menor posible". El regidor recomendó una vez más a los ciudadanos que "no suban al monte, está lleno de tierra y la simple pisada lo erosiona"a algo que "ni es bueno para el monte ni para la gente". No obstante, recomendó a todas aquellas personas interesadas en participar en esta fase que consulte los números de teléfono que hay en la página web del Concello, "porque vamos a hacer una gran movilización cuando llegue el momento", destacó el alcalde.
Las comunidades de montes se reunirán a partir de ahora con el gobierno local para estudiar qué medidas tomar para recuperar las 600 hectáreas perdidas en la ciudad. Uno de los primeros pasos que se están estudiando es la reposición de senderos para recorrer los montes y observar qué zonas están más afectadas.
A partir de ahí, el objetivo es "empezar la reforestación inmediatamente", según reiteró ayer Caballero. Para ello se dialogará con los representates de los montes comunales para decidir qué tipo de reforestación hay que hacer. "Es muy importante, no se pueden tener según qué especies, porque son peligrosas", señaló el alcalde en clara referencia al eucalipto, especie pirófita. La idea es "preparar el monte para los próximos 40 años". Por otro lado, está convocada una reunión de alcaldes "para ver que cosas podemos hacer juntos y facilitar ayudas", destacó el alcalde, aunque aclaró que "no vamos a utilizar la figura de zona catastrófica" sino otra similar que se ajusta más a la situación actual.
El alcalde puso en valor que "en el momento que los incendios fueron severos en Vigo, teníamos camiones en Mos, Redondela y Chandebrito" por lo que considera que "es bueno que hablemos para recuperarnos bien", en referencia a los alcaldes del Área Metropolitana de Vigo.
La Xunta anunció ayer, por otro lado que las ayudas para la recuperación de las viviendas habituales afectadas por los incendios del pasado fin de semana podrán cubrir hasta el 100 % de las obras de reparación, hasta casi 100.000 euros, según indica la Xunta en un comunicado. El Gobierno gallego adelanta algunos detalles de las ayudas que habilitará en los próximos días, una vez que esta semana aprobó el decreto marco para paliar los daños causados por los incendios.
En el caso de la reparación de la vivienda habitual el límite máximo del importe de la ayuda será el 75% del valor establecido para las viviendas protegidas en el municipio correspondiente.
Veinte grupos ecologistas defienden al único detenido tras los incendios
El vigués detenido y en prisión por provocar un incendio de forma no intencionada en Ourense es un reconocido ecologista que colaboró en la década de los 90 en la constitución de algunas organizaciones aún activas hoy en día. Diversos colectivos ecologistas mostraron ayer su apoyo Miguel Ángel M., al que ven un "chivo expiatorio" de la ola de fuegos que afectó a Galicia.
En un comunicado conjunto, más de una veintena de grupos ecologistas gallegos subrayan la trayectoria del detenido, una persona "valorada" y "querida" por su trabajo en pro del ecologismo.
Remarcan que el incendio "no intencionado" por el que está detenido "si realmente tuvo que ver con su inicio, pues aún no se puede afirmar que sea así", dicen, fue "testimonial", de menos de una hectárea, en una ola de fuegos en la ardieron más de 35.500 hectáreas.
En este línea, apuntan que el único detenido por los incendios en Galicia ayudó en la extinción del fuego y, posteriormente, se personó en el cuartel de la Guardia Civil del municipio ourensano "para decir lo que pasara", en donde dejó sus datos personales y su residencia en Vigo.
Posteriormente, fue citado por la Guardia Civil en Vigo, según relatan, adonde acudió "voluntariamente". "Hasta ahí el comportamiento de un ciudadano ejemplar", pues "en todo momento colaboró para evitar consecuencias mayores y aclarar los sucesos". Al respecto, niegan que "Miguel sea un delincuente, y menos aún un peligro potencial para privarlo de libertad", tras decretar el juez que lleva su caso prisión sin fianza. En este sentido, recuerdan que el detenido ayudó a crear en los años noventa el Movimento Ecoloxista da Limia (MEL) y en su labor como trabajador en los juzgados de Vigo "asesoró en numerosas ocasiones sobre la incipiente normativa ambiental".
Por todo ello, lamentan que se busque "desviar la atención criminalizando al movimiento ecologista" ante unos incendios que ven una "catástrofe ambiental", mientras se busca "eximir" de sus responsabilidades a "quien tiene competencias sobre las políticas forestales, agrarias y de gestión del territorio".
