La Autoridad Portuaria inscribe los cinco principales, hasta ahora de Costas. Hará lo propio con la lámina de agua de los muelles

El Puerto 'adquiere' los faros de la Ría, que pasa a registrar

el de silleiro, el mayor
La Autoridad Portuaria ha decidido realizar la inscripción registral de los faros de la Ría de Viog, comenzando por los más importantes, los de Cíes, A Guía (el más antiguo de Galicia tras la Torre de Hércules), los dos de Silleiro y Cabo Estay. Hasta ahora las instalaciones de iluminación y señalización marítima estaban adscritas hasta ese momento el servicio provincial de Costas, del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.

Asimismo, y una vez esté aprobada la Delimitación de Usos y Espacios Portuarios (DUEP), el Puerto anunció que procederá a la inscripción de toda la zona de servicio del Puerto y la lámina de agua, de acuerdo con lo establecido en el artículo 36 de la Ley 33/2003 de Patrimonio de las Administraciones Públicas y la disposición transitoria quinta de la misma. Por tanto, desde entonces, el mar situado en la demarcación portuaria será de la propia Autoridad Portuaria, lo que no tendrá consecuencias más que administrativas.

Faro de las Islas Cíes: Montefaro. Es el más espectacular, con su ubicación imponente en la cima de la isla homónima de las Cíes. La propia construcción del faro, el muelle para poder darle servicio y la impresionante rampa excavada en roca viva, supusieron una colosal obra de ingeniería que conllevó algunos retrasos en su ejecución hasta que, el 19 de noviembre de 1853, el faro comenzó a iluminar por primera vez. Desde entonces sigue en servicio, siendo totalmente automático, como el resto. No obstante, se mantiene un servicio de torreros para garantizar su pleno funcionamiento.


Faro de A Guía. El decano de la Ría de Vigo y con una larga historia detrás. Tiene un origen completamente diferente del resto de la señalización marítima. En 1842, los comerciantes vigueses, a través del cónsul inglés, consiguen presionar para que se encienda una luz en el fondo de la Ría de Vigo que oriente a los buques mercantes en la enfilación desde las islas Cíes. Se elige un emplazamiento que, además, sirva como guía a los barcos que recalan en el recién fundado Lazareto de San Simón, cuya implantación en Vigo trajo al puerto un aumento significativo de la navegación. El faro entra en funcionamiento en 1844 y permanece así hasta que, en 1914, se construye el faro actual en sustitución del primigenio, lo cual supuso una enorme mejora en la calidad del servicio. Quizá lo más llamativo es que durante la guerra hispano-americana, en 1898, la luz fue sustituida por una batería para garantizar la defensa contra una supuesta invasión de la Armada de Estados Unidos. De esta misma época es la construcción del submarino de Sanjurjo Badía, probado con éxito pero nunca utilizado.

Dos en activo y otro sin luz

VIEJO DE SILLEIRO
Inaugurado en 1862, tenía como finalidad orientar la navegación hacia los puertos de Baiona y Vigo en la bocana sur de la ría. Era un faro de cuarto orden construido a nivel del mar, por lo que, con el enorme incremento de la navegación a finales del siglo XIX, se empezó a considerar la necesidad de su sustitución por un nuevo faro. Su luz permaneció encendida hasta 1924 aunque se mantuvo en servicio hasta los años 80 ya que en él, en sustitución de la linterna, se había instalado la bocina de la sirena de niebla cuyo sonido, sincronizado con el giro de la luz del faro nuevo, alertaba de los peligros de arrimarse a la costa cuando la visibilidad era baja.
NUEVO DE SILLEIRO
El faro nuevo nace en 1924 en sustitución del anterior, en una cota más elevada y con mejoras técnicas sustanciales. Es un precioso edificio característico que contribuye a la belleza de una costa agreste y peligrosa y, cuya silueta característica, y su haz de luz de 30 millas de alcance, son perfectamente visibles, no solamente desde el mar, sino también desde tierra firme para todo el que quiera apreciar un paisaje incomparable. Está dotado, además, de una estación meteorológica y de un sistema de medición del oleaje. Durante la presidencia de Abel Caballero en la Autoridad Portuaria anunció que se convertiría, como el de Cabo Estai, en un albergue turístico, lo que no ocurrió.
CABO ESTAI
Es un conjunto arquitectónico, dotado de iluminación, radio-faro y sirena, que se caracteriza por su edificio dotacional, con dos alas formando ángulo recto unidas por una torre de dos pisos de altura, y por su característica torre de iluminación construida en hormigón armado, cuya fachada, al igual que Silleiro, se identifica por sus franjas rojas y blancas.
Se trata, en realidad, no de un faro propiamente dicho, sino de una enfilación que ayuda al posicionamiento de los barcos, por lo que carece de la clásica linterna en la que la luz gira incesante, sino que su haz se proyecta a través de un ventanuco abierto en el muro. Sigue funcionando a la perfección.

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