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De puente a puente con sabor medieval

Abel Caballero, ayer con Carmela Silva, Ángel Rivas y Cayetano Rodríguez.
photo_camera Abel Caballero, ayer con Carmela Silva, Ángel Rivas y Cayetano Rodríguez.

El Concello acaba de publicar una guía con texto de Elisa García e ilustraciones de Evaristo Pereira que recorre alrededor de 2,5 kilómetros pasando por seis paradas patrimoniales desde Castrelos a Sárdoma

nnn Con el objetivo de la puesta en valor de la iglesia románica de Santa María de Castrelos, que el año pasado conmemoró su octavo centenario y para dar a conocer siete enclaves más de interés histórico, el Concello presentó ayer el Routeiro Patrimonial por Sárdoma e Castrelos. Se repartirán 3.000 unidades entre las asociaciones de vecinos y las oficinas de turismo. Se trata de una guía que une los dos únicos puentes medievales que se conservan, el de Sárdoma (en la senda del Lagares) y el de Castrelos (conocido como el puente romano de Balaídos). Es un recorrido de 2,5 kilómetros que pasa por cuatro enclaves patrimoniales más, aprovechando las infraestructuras ya existentes. Con textos de Elisa García e ilustraciones de Evaristo Pereira, ofrece una breve reseña de cada parada.
Parte del puente de Sárdoma, del siglo XII, que algunas fuentes lo consideran un enlace con el Camino de Santiago por la costa. La ruta asciende por Camiño da Finca dos Aires, pasando delante del pazo dos Aires, construcción de pequeñas dimensiones de finales del XVIII, que no es mencionada en la guía.
Dirigiéndose por detrás de la urbanización Os Aires se llega al petroglifo de A Laxe, señalizado recientemente por el Concello. En dos unidades pétreas conviven inscripciones prehistóricas, del 3.000 a. C. con cruces medievales. La ruta asciende por Lavandeiras, un vial muy estrecho de doble sentido, limitado por un semáforo, donde se alternan acera y cuneta. 
Pasa por la curva de A Costa y asciende por hacia el Monte da Mina. A medio camino se encuentra con el cruceiro do Barrio da Costa. Fechado en 1641, destaca por situarse sobre un plataforma con tres grados. Además del crucificado y el descendimiento, representa a san Lorenzo, san Francisco y a la cruz de Malta. En el descenso hacia la siguiente parada, la iglesia románica de Castrelos, no hay aceras, aunque el vial no es muy transitado.  A escasos metros está el tempo medieval del siglo XIII, con pinturas murales del siglo XVI. Signos en los sillares o leyendas como la del viejo herrero casado con una joven, que recoge Castelao y de la que se hace eco la guía, aumentan su halo de misterio.
La ruta continúa descendiendo hasta A Corredoira, que recorre el muro del Pazo de Castrelos, el siguiente enclave. Es una carretera con sentido único para los coches y con una amplia cuneta. La construcción palaciega tiene su origen en la Torre da Lavandeira, del siglo XVII, aunque en el siglo XIX se hizo la reforma actual, época a la que pertenecen los jardines. En 1924 fue donado al Concello y alberga el museo municipal.
Atravesando el parque de Castrelos y cruzando la avenida del mismo nombre se encuentra el último punto, el puente de Castrelos. Se encuentra fuera del cauce del Lagares, que se desvió unos metros en los años 70. Se encontraba en el trazado de un antiguo camino medieval.n

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