Vigo

Prisión para uno de los dos anarquistas detenidos en Vigo y Mos

El juzgado número 4 decreto libertad para G.P.S y prisión comunicada y sin fianza para MC.O.M., detenidos ayer en Mos y Vigo en una operación de la Guardia Civil. Ambos están acusados de tenencia ilícita de armas.

El Juzgado de Instrucción 4 de Vigo ha decretado el ingreso en prisión comunicada y sin fianza para una de las dos personas detenidas ayer vinculadas al entorno anarquista en Vigo y Mos, que se encontraban en posesión de armas de fuego y que, según los investigadores, trataban de activar una célula.

Se trata de una mujer que ya fue procesada por el lanzamiento de cócteles molotov contra la fachada del Club Financiero de Vigo.

El varón detenido en el marco de la denominada operación `Buyo` ha quedado en libertad.

La causa se sigue por los delitos de tenencia ilícita de armas y las diligencias están declaradas secretas, informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia.

En el domicilio de uno de los detenidos los agentes de la Guardia Civil encontraron restos de prácticas de tiro que formaban parte del entrenamiento que estaban realizando para llevar a cabo acciones armadas.

Durante los registros realizados en las viviendas de los dos detenidos, en Vigo y en la localidad de Torroso (Mos), se han incautado ocho armas de fuego, seis de ellas pistolas detonadoras transformadas con el cañón libre para hacer fuego real, 200 cartuchos metálicos de diferentes calibres, cerca de 3.000 euros en efectivo y numerosa documentación.

La Guardia Civil destaca que con la incautación de todo este material se ha logrado desbaratar los planes que los detenidos habían elaborado para realizar diferentes acciones delictivas contra diversos objetivos de su causa.

La investigación a estas dos personas se inició a raíz de la documentación intervenida en la operación `Vulpes`, desarrollada el pasado año por la Guardia Civil contra varias redes de tráfico de armas y municiones, con las que estaba vinculado uno de los detenidos.

Los integrantes de esta red se dedicaban a adquirir masivamente en países del este de Europa armas detonadoras que manipulaban para convertirlas en armas totalmente operativas que podían efectuar fuego real y disparar munición con proyectil y con las que, en algunos casos, posteriormente traficaban.

Además, el instituto armado asegura que también fabricaban artesanalmente su propia munición, para lo que poseían los conocimientos y las herramientas necesarias.

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