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Povisa cambia horarios y luces para que duerman los pacientes

Las instalaciones de la UCI del Hospital Povisa, primer servicio que incorporó cambios para facilitar el sueño.
photo_camera Las instalaciones de la UCI del Hospital Povisa, primer servicio que incorporó cambios para facilitar el sueño.

El proyecto “Sueñon” comenzó a aplicarse ya en la UCI y llegará este año a todo el hospital con muchas más medidas. Son pioneros en Galicia al sumarse a esta iniciativa

 El sueño se ha vuelto sagrado en Povisa: los primeros en notarlo son los pacientes de la UCI, con cambios que van desde las luces a los horarios o la incorporación del hilo musical, entre otras novedades, y este mismo año llegarán a todos los rincones del hospital.


El Hospital Povisa es pionero en Galicia al aplicar un conjunto de medidas que garantizan el descanso de los personas ingresadas, sobre todo por la noche y en la hora de la siesta, porque consideran que favorece su recuperación y porque mejora su calidad de vida. Era además algo que demandaban los propios pacientes.
Povisa tomó como referencia el proyecto “Sueñon”, que comenzó hace más de cinco años como un proyecto de investigación de Enfermería del Insituto Carlos III para saber cómo impactaba el romper los patrones habituales de sueño en pacientes hospitalizados y que se convirtió también en campaña de sensibilización entre los profesionales sanitarios. Una de las conclusiones del estudio fue que el hecho de no preservar los patrones saludables del sueño podría provocar incluso complicaciones que no se deberían producir.


La directora de Calidad y Enfermería de Povisa, María Antonia Muñoz, es la responsable de pilotar este plan que se asienta en tres pilares, según explica. En primer lugar, se trata de disminuir y si es posible evitar los estresantes ambientales en determinadas franjas horarias (de 11 de la noche a 6:30 de la mañana y a la hora de la siesta). En segundo lugar, aplicar un programa de formación, que se está desarrollando, para crear entre los profesionales del hospital “la cultura del programa Sueñon”; y en tercer lugar, van a reprogramar todas las tareas que se hacían en los horarios críticos para propiciar un patrón de relax a los pacientes.


Las medidas para disminuir los estresantes ambientales se refieren por ejemplo a la disminución de la luz y de los ruidos. En el primer caso se ha decidido que para administrar una medicación por la noche o para comprobar una vía se puede entrar en la habitación con una linterna para no perturbar el sueño. Y en los casos en los que sea posible se puede retrasar media hora la toma de la medicación, tareas de limpieza o un análisis de sangre porque “a veces es más importante no despertar al paciente por luego va a tener sus defensas más disminuidas”. Otros ruidos tienen que ver con la tecnología, las conversaciones de los profesionales o los movimientos innecesarios, no solo de la enfermera que entra para realizar sus funciones sino también de las propias visitas. María Antonia Muñoz señala que los horarios de visita de los hospitales se han flexibilizado mucho en España y que hay horarios en los que es necesario reducirlas para crear un ambiente que favorezca la recuperación del paciente.
Un cuarto apartado del plan contempla realizar estudios personalizados a pacientes que tienen dificultades para conciliar el sueño, bien porque ya los tenían antes de ingresar en el hospital o bien porque una medicación les provoca problemas para dormir, con la idea de tomar medidas que pueden ir desde adelantar la hora de la cena, tomar una tila y otras propuestas para cada caso.


El proyecto Sueñon forma parte de un ambicioso Plan de Humanización del  Hospital Povisa que contempla muchas otras medidas pactadas con los responsables de los servicios y también con distintas asociaciones de pacientes. 
 

“Hacemos cada día mediciones del nivel de ruido”

La directora de Calidad y Enfermería de Povisa, María Antonia Muñoz

La directora de Calidad y Enfermería de Povisa, María Antonia Muñoz

El proyecto para facilitar el sueño de los pacientes comenzó a aplicarse en la UCI  por tratarse de la unidad con más tecnología, más alertas y más equipos, y donde el descanso es más importante por la situación más comprometida de los pacientes. En este servicio realizan diariamente mediciones del nivel de ruido ambiental a través de un programa informático. El tope que admite la Organización Mundial de la Salud es de 55 decibelios y quieren cumplir esas franjas y reducir los actuales niveles de ruido. Tras aplicar las medidas, la UCI pasó a tener un “ambiente apacible”, según aseguraron los responsables del hospital. n
 

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