Este sistema preventivo y disuasivo permite recuperar zonas degradadas y la detección de individuos que se encuentran en busca y captura por los juzgados
En Vigo la Policía Nacional realiza diariamente 113 identificaciones, lo que supone casi 41.000 al año. La mayoría son llevadas a cabo por las diferentes patrullas que a lo largo de las veinticuatro horas recorren la ciudad. Los menos, por los operativos policiales que se montan en puntos estratégicos para intensificar las labores de prevención y de seguridad. A esta cifra también hay que sumar las que se llevan a cabo en las diferentes concentraciones que se llevan a cabo en Vigo, que durante el 2013 alcanzó una media de tres diarias. Casi siempre, según fuentes de la Comisaría, "son identificaciones selectivas. Se responde a una serie de criterios de seguridad, no se para a un ciudadano por el simple hecho de pasar por una determinada calle, hay siempre alguna justificación".
Y es que uno de los principales objetivos de este tipo de intervenciones policiales es "aumentar la seguridad en las calles y detener a aquellas personas que están en busca y captura". Una labor preventiva que "da muy buenos resultados ya que permite actuar antes de que se cometa el delito".
Una de las zonas calientes de la ciudad que suele contar siempre con presencia policial es la de A Laxe. Aquí la afluencia de turistas es siempre un reclamo tentador para los amigos de lo ajeno. Por este motivo, los operativos policiales suelen ser frecuentes y en todos los casos "la idea es disuadir al presunto delincuente para que no actúe".
Otras zonas se convierten en objetivo por las quejas de los vecinos. Estas llegan a la Unidad de Participación Ciudadana de asociaciones de vecinos, organizaciones ciudadanas y particulares preocupados por el aumento de la actividad delictiva en una zona concreta.
Un caso así fue el vivido en la plaza de la Princesa, donde la "presión" ejercida por las continúas identificaciones de la Policía Nacional y de la Local permitió recuperar, en parte, este espacio urbano que se había convertido en un punto de trapicheo y de consumo de drogas y, sobre todo, alcohol.