Vicente Altaba, delegado Episcopal de Cáritas Española, es el encargado de dar la homilia cada tarde en la novena del Cristo de la Victoria, que desde el viernes se oficia en la Concatedral.
¿Qué supone para usted participar en la celebración del Cristo?
Significa un honor muy grande, porque sé que invitan a personas muy distinguidas y con mi presencia, la Cofradía ha bajado ligeramente el nivel.
¿En qué línea está orientando la homilía?
Estoy centrado en la misericordia. Celebramos el jubileo y el Papa Francisco nos ha invitado a descubrirla en Cristo y en el Padre. Quiero que los vigueses la encuentren en las entrañas de Dios y que se sientan especialmente amados y abrazados por la misericordia. A través de mis palabras los invito a que cada uno la experimente hacia los demás.
¿Qué le parece la respuesta de los fieles en la iglesia?
Estamos en el quinto día de novena y la iglesia siempre está llena. Es un dato sorprendente, sobre todo, sabiendo que hay varias misas a lo largo del día. Es un indicativo de que realmente en Vigo se vive la fiesta del Cristo.
Como delegado de Cáritas Diocesanas, ¿cree que la crisis ayudó a recuperar la devoción?
Si nos paramos a pensar nos tendría que ayudar. Nuestro principal problema es que vivimos muy rápido. Tenemos muchas cosas y nos centramos en pocas. Enseguida cambiamos la mirada, vemos lo que pasa y nos deja de afectar al momento. Con la crisis tendríamos que replantearnos muchas cosas. Nuestro modelo de vida está basado en principios que tienen poca consistencia y las personas no son lo fundamental. Es una sociedad seducida y sometida a los intereses económicos. Así, la pobreza no es casual y sus motivos hay que buscarlos en este sistema en el que vivimos. Esta situación social no mejora mientras la solidaridad se encargue de cubrir lo que corresponde por justicia.
¿Cree que los cristianos son todo lo solidarios que debieran?
Todo dependen de cómo se mire. Si consideramos, desde la humildad, que Cáritas es la institución social más importante de España, valorada como la caridad de los cristianos significa que la comunidad cristiana sí es sensible. Mucho más si se tiene en cuenta que no toda se canaliza por Cáritas. La Iglesia tiene infinidad de acciones sociales que atiende a muchas personas y sumadas a los cuatro millones que acuden a Cáritas, se multiplicarían los beneficiados, al igual que los más de 300 millones de euros que destinamos a servir a los pobres. También tengo que decir que a medida que la crisis se fue haciendo más dura, la solidaridad entre los cristianos ha aumentado. Algo que hemos apreciado en el número de voluntarios, más de 10.000, así como de los fondos invertidos que han llegado a duplicarse. Si me pregunta si es suficiente, no, no lo es.n
