El buen tiempo permite mantener el ritmo de los trabajos, que se observan desde Samil
Los cientos de vigueses que ayer se acercaron al paseo de Samil para disfrutar del improvisado sol de enero pudieron observar de cerca el desarrollo de los trabajos de fondeo del emisario del Lagares, que alcanzan este mes su ecuador. Los trabajos, que acomete el grupo ACS a través de las empresas Dragados y Drace y con una inversión de 18 millones, comenzaron en febrero de 2014 y cuentan con un plazo de ejecución de 21 meses por lo que la previsión es que finalicen a finales de este mismo año.
Los tramos del emisario submarino de la depuradora del Lagares –que será inaugurada en 2016– se realizan en un taller de Domaio y hasta hace unas semanas esperaban flotando delante de este puerto por su traslado a la Ría, frente a Samil. Tras varias alertas por mala mar, los trabajos pudieron reanudarse esta semana con el fondeo de los nuevos tubos del emisario, que cuenta con 3,7 kilómetros de longitud de los cuales 3.040 metros son bajo el mar, a 35 metros de profundidad. Los otros 760 transcurren por tierra desde Samil y hasta la depuradora que se construye en Coruxo.
Pese a tratarse de un sábado, desde el paseo se podía observar con claridad como los operarios trabajaban a pleno rendimiento para continuar conectando los nuevos tramos a los ya instalados bajo las aguas de la Ría dentro de la penúltima fase de los trabajos.
Hasta el momento se han colocado más de 1.600 metros de esta canalización –a razón de unos 100 por semana si las condiciones climatológicas lo permiten– por la que saldrá el agua previamente tratada en la depuradora.
En tierra se ocuparán de forma provisional 13.000 metros cuadrados de terrenos que tras los trabajos se devolverán a sus propietarios.
