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Misterio en la calle Carral

La calle, renovada pero en buena parte, con los negocios echando el cierre.
photo_camera La calle, renovada pero en buena parte, con los negocios echando el cierre.

La parte baja especialmente se queda sin negocios tras el cierre de algunos de los más significativos pese a la renovación de la vía urbana y su emplazamiento en el "cogollo" de la ciudad

nnn Carral esconde un profundo misterio irresoluto: una calle céntrica, fácil para el paseo gracias a contar con una pendiente moderada, situada frente al mar y la Estación Marítima, cerca de Porta do Sol, A Laxe y la Alameda, rivaliza con Elduayen y buena parte de Camelias por el campeonato local de cierres comerciales, si tal título existiera. ¿Por qué? No hay ningún motivo aparente, pero la realidad está a la vista: sobre todo en el tramo desde Montero Ríos hasta Gamboa, repleto de bajos, se suceden los traspasos y clausuras de negocios, algunos efímeros. El último y quizá más llamativo la armería (de caza y pesca), una de las pocas que quedaban en activo en Vigo, que ha iniciado el proceso de liquidación de existencias. Antes había dejado todo el negocio “Barquitos”, muy famoso. El presidente de la asociación de comerciantes y empresarios Zona Náutico, que engloba también todo el entorno de la Alameda, Rubén Pérez, reconocía que se trata de un hecho visible y sin aparente explicación. “Tenemos asociados en la calle y es cierto, pero no parece que haya ningún motivo más allá de un momento concreto”, señala.
En la calle destaca por su presencia la peluquería y barbería de Pedro Fernández, la más antigua de la ciudad, centenaria. Una auténtica superviviente a todo que ha conseguido eludir el fantasma del cierre en varias ocasiones, la última hace un año, cuando el desalojo parecía inminente. Tiene su propia explicación de la maldición de Carral: “Algunos negocios cierran porque hubo fallecimientos, otros porque están en bajos como el mío, del ayuntamiento, fue lo que pasó al local vecino, el que hacía barcos”, cuenta. Aporta otra explicación, más controvertida: "Abrieron algunos negocios pero acabaron marchándose, eso es porque al renovar las calles hacen las aceras anchas y no se puede aparcar". En todo caso, la barbería sigue en su sitio, en uno de los locales del ayuntamiento, donde él mismo lleva 56 años "y la peluquería 100, pero tienen que arreglar la calle Laxe porque nos entra agua". Por el negocio pasaron hace años Mariano Rajoy o Julio Iglesias, entre otros muchos. "El nuestro es el único local que está decente, todo el mundo dice que no se toque nada y que tenga aspecto antiguo", avisa. n

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