El Juzgado de Tui prohíbe la fianza e imputa al fundador los delitos de abusos sexuales y asociación ilícita
Durante aproximadamente cuatro horas, el fundador de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel estuvo declarando ayer ante el titular del juzgado de Instrucción número 1 de Tui, que la noche anterior dejó en libertad con cargos a su mano derecha, la hermana “migueliana” Marta Paz. Tras el interrogatorio, al que Miguel Rosendo hizo frente, el juez dictó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por los presuntos delitos de asociación ilícita y abusos sexuales.
El riesgo de fuga por un lado y el temor a la destrucción de pruebas han sido claves para la decisión judicial, que atribuye la máxima responsabilidad de la supuesta secta a su líder, de hecho es hasta el momento el único de los cuatro imputados con dos delitos a sus espaldas, el de asociación ilícita y el de abusos sexuales, si bien la investigación incluye estos presuntos delitos en concurso con los de organización criminal, blanqueo de capitales y contra la integridad moral y la hacienda pública.
Además de Rosendo y su mano derecha, Marta Paz, hay otros dos ex miembros de la Orden de San Miguel imputados, una pareja, que declararon el sábado por la mañana, y que quedaron en libertad sin ninguna medida cautelar, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Por contra, la “migueliana” consagrada, Marta Paz, tendrá la obligación de presentarse ante el juzgado semanalmente, según el auto judicial dictado tras prestar declaración durante varias horas.
Su líder, al que hasta el momento ha defendido, no corrió la misma suerte y tras abandonar los juzgados fue conducido por la Guardia Civil hasta la prisión de A Lama, donde permanecerá de forma preventiva durante la instrucción.
La actitud de Miguel Rosendo ha cambiado en las últimas 72 horas desde su detención. Ante la Policía Judicial de la Guardia Civil en Collado-Villalba, donde fue arrestado el jueves, se mostró sereno y tranquilo, a cara descubierta ante los medios de comunicación, como hiciera también durante el registro de la casa madre en Oia. Sin embargo, ayer, salió del vehículo de la Guardia Civil ocultando su rostro con el cuello de su jersey y un gorro de lana. La enorme expectación suscitada a nivel nacional ha hecho reflexionar a Rosendo.
Destituido por la Diocésis de Tui-Vigo, por supuestas irregularidades referentes a su conducta moral, el fundador de la asociación se trasladó a Madrid con los últimos seguidores, cerca de 40. Desde la capital, recluido en un chalé de lujo de Collado-Villalba, junto a su mujer, Mari Carmen, sus dos hijos, su nuera, dos nietas, su mano derecha y una viuda con dos hijos, Rosendo intentó continuar su “obra” en la capital, donde trataba de encontrar apoyo financiero y eclesiástico. Atrás dejó el nombre de Orden y Mandato de San Miguel para convertirlo en La Voz del Serviam, con los mismos inicios que la anterior asociación, un grupo de música religiosa que, no obstante, no consiguió la autorización como colectivo católico.
En este grupo participaban sus seguidores más fieles, entre ellos Marta Paz, una de las principales vocalistas.
La vigilancia del comisario extraordinario de la Diócesis de Tui-Vigo hizo saltar las alarmas y el Arzobispado de Madrid alertó públicamente de que este colectivo no tenía autorización para actuar en ninguna de las parroquias. En Granada, pese a las advertencias, lo consiguieron.
Tras las denuncias de irregularidades y la intervención del Obispado, que hizo público un comunicado en el que mostró su total colaboración con la justicia, el grupo se deshizo, quedando en la Orden y Mandanto, de forma vigilada en Vigo unas 27 personas, mientras que otras 40 se trasladaron con su “padre fundador” a Madrid. Las “miguelianas”, en una vivienda en San Lorenzo de El Escorial y el resto en la casa de Rosendo.n
