Enero y febrero tuvieron precipitaciones por debajo de la media, pero marzo ha sido el más lluvioso en años
La primavera se estrena igual que despidió el invierno, con lluvia. Pese a que los niveles de agua acumulado siguen estando por debajo de lo habitual, Vigo ha conseguido recuperarse de la sequía gracias al mes de marzo, que todavía no ha finalizado, y en el que se han acumulado hasta la fecha 224 litros por metro cuadrado, convirtiéndose en el más lluvioso de la década. Hay que remontarse a 2013 para encontrar registros superiores, se llegó a los 240, si bien las previsiones de los próximos días apuntan a que ese nivel será superado. Los datos de las estaciones meteorológicas de la ciudad, que ofrece el Servicio de Meteorología de la Xunta reflejan que mientras el final de diciembre, enero y marzo han logrado colocarse a niveles habituales en cuanto a lluvia, marzo ni siquiera llegó a la media que se situa en 100 litros por metro cuadrado, quedándose en los 99. De hecho, sólo el pasado día 2 de enero llegaron a acumularse hasta 76,1 litros en la estación situada en el campus universitario y en la ciudad, el día 13, 28,6 litros. No obstante, en el casco urbano el día con más cantidad de agua recogida fue el 28 de febrero, con 37,8 litros por metro cuadrado.
Durante el invierno, los vigueses han tenido que sacar el paraguas durante 60 días y sufrido varios temporales así como temperaturas mínimas de cero grados febrero en el Campus.
En el centro de la ciudad, la temperatura más baja fue la del día 8 de febrero, cuando el mercurio llegó a descender hasta situarse en 1,9 grados. En cuanto a las máximas, los días de más calor se registraron el día 26 de febrero, cuando se alcanzaron los 20,6 grados de temperatura y el 20 de febrero, con 20,5 grados. El viento también fue protagonista, hubo rachas máximas en enero de 85 kilómetros por hora, y por encima de los 110 kilómetros el pasado día 10.
El invierno se ha caracterizado también por el paso de hasta cuatro importantes temporales, "Bruno", "Carmen", "Félix" y "Gisele", que dejaron records de lluvias, viento y decenas de incidencias. Estuvieron precedidas por "Ana", la borrasca a la que los vigueses le deben la salida de la profunda sequía que arrastraba desde la primavera anterior y que puso en riesgo el suministro. A las puertas se sitúa "Hugo", el primer temporal de la nueva estación.
