RESCATE EN CANTABRIA

“Había niebla y la nieve había cubierto el final del camino”

Arriba, las labores de retirada de árboles  para abrir el camino.
photo_camera Arriba, las labores de retirada de árboles para abrir el camino.

Gerardo Fernández, el guía de la excursión niega que estuvieran atrapados, “no se veía bien y por seguridad, decidí dar aviso”

nnn Agotados pero recuperados del susto, los excursionistas pasaban ayer en el hotel de Reinosa su penúltimo día de escapada en Cantabria. El guía y responsable de A Senda do Moucho, Gerardo Fernández  aseguraba ayer a este periódico por teléfono que “todos estamos bien y sorprendidos por las noticias tan alarmantes de lo que ocurrió”. 
Según comenta, el grupo hacía una ruta medioambiental, “no somos montañeros, hacemos senderos que están muy preparados”. Gerardo asegura que hicieron todo el recorrido perfectamente, pero que comenzó a nevar en la cumbre, “cayó una gran nevada en poco tiempo y a un kilómetro y medio más o menos de la salida el camino estaba cerrado por la acumulación de nieve, además había niebla y por motivos de seguridad, para evitar que cualquiera pudiera sufrir un percance, decidí dar aviso a emergencias”.
Reconoce que hacía mucho frío, pero “íbamos abrigados, nos habíamos cambiado de ropa y llevábamos comida y mantas térmicas, además nos resguardamos en la ladera de la montaña. Ante una situación así, lo mejor es quedarse en un lugar quietos y  esperar al rescate. Estuvimos conectados constantemente con la Guardia Civil”.
El guía afirma que a pesar de estar bien “la gente estaba un poco asustada sobre todo porque los rescatadores tardaron mucho, estuvimos cinco horas esperando. Fue mi perro el que ladró al escuchar que venían”. 
Asegura que él lleva años de experiencia en la montaña y estaba preparado con el GPS para informar por si pasaba algo. “Es la primera vez en años que tienen que venir a buscarnos, pero no podíamos arriesgarnos.  No era momento de hacerse el valiente, así que paramos y decidí llamar para evitar riesgos. Todo el grupo está perfectamente, incluidas las dos mujeres atendidas. Una de ellas bajó en camilla porque no le respondían las piernas, tuvimos que  ir andando siete kilómetros con el personal de rescate, mientras que la otra, de 72, hizo el camino por su propio pie y fueron los sanitarios quien decidieron trasladarla. La única persona lesionada, que se había caída el día anterior y se había roto un dedo, se quedó en el hotel  y no hizo la ruta”. Afirma que “en ningún momento nos perdimos, la ruta estaba en el GPS”.n 

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