NUEVOS PROYECTOS PARA VIGO

“Fue un reto intervenir en una zona tan estratégica para Vigo como la Panificadora”

Jorge Salgado tiene su estudio de arquitectura en Cabanas.
photo_camera Jorge Salgado tiene su estudio de arquitectura en Cabanas.

Jorge Salgado Cortizas y Celso López  Martín son los arquitectos que ganaron el concurso de la Panificadora y que vivieron como un reto profesional por las dificultades que entrañaba y porque sabían que era un proyecto que significaba mucho para Vigo. Colaboran desde hace más de 20 años y no era su primera rehabilitación industrial.
 

n n n ¿Qué supuso este concurso?
Hay pocas oportunidades como esta para poder intervenir en una ciudad como Vigo, en una zona tan estratégica donde se une el Casco Vello con la zona del Ayuntamiento y que para nosotros es interesante porque tiene cierto conflicto a nivel urbano y por su relación con la memoria histórica de la ciudad.

¿Qué impresión tenían de la Panificadora?
Conocíamos la zona, pero cuando salió el concurso volvimos a verlo. En el momento en que nos situamos en la Praza do Rei no sabíamos lo que íbamos a hacer pero sí sabíamos lo que no íbamos a hacer. Nos parecía que desde la propia plaza hay una visión próxima de la Panificadora y a través de ella  se ve también el paisaje lejano de la Ría con las Cíes al fondo. Nos parecía que esa idea debía prevalecer independientemente de lo que hiciésemos en la Panificadora. Hay una parcela que en el planeamiento estaba prevista de uso residencial que es la que separa la Praza do Rei del ámbito de la Panificadora que permitía hacer un edificio  de viviendas, pero decidimos no estorbar con ese volumen, dejarlo totalmente libre y resolver la comunicación mediante unas rampas desde la calle Santiago. Es la actuación a nivel urbano mas potente que hacemos.

El jurado valoró especialmente que redujesen la edificabilidad.
Entendíamos que esa zona había que esponjarla. Los edificios que tienen un interés importante, los silos, el edificio principal, el propio almacén de harinas, el edificio de debajo de la calle Falperra, con el paso del tiempo se habían ido alterando con volúmenes y añadidos que no tenían interés ninguno. Lo que hicimos fue hacer limpieza de todo eso y resolver bien los accesos a esos edificios. Otro punto clave era ver, en función del tipo de edificios, qué usos encajaban mejor. El de biblioteca lo vimos claro. En el edificio del almacén, que era un edificio muy hermético, muy cerrado, lo que planteamos fueron salas de ensayo y de grabación de música que no necesitan de grandes huecos. Tiene algún guiño, lo llamamos prótesis, para resolver los accesos como es una plataforma que desde patio silos permite el acceso mediante escaleras y una plataforma al edificio principal y a su vez conecta con el ámbito de la calle Santiago y con rampas la Praza do Rei. Intervenciones que eran casi de cirugía nos parecían interesantes de cara al proyecto.

Thom Mayne dijo que la Panificadora era una joya.
En Galicia y en España es de los elementos más singulares que hay.Ese tipo de arquitectura tiene su valor porque representa la arquitectura de una época con unos medios técnicos que eran casi de vanguardia en aquel momento. Otro valor añadido es la posición que tiene dentro de la ciudad, en la zona del Casco Vello comunicando con el Concello y con el parque más arriba. Nos parece del mayor interés que se respeten esos edificios.

¿Lo más valioso son los silos?
Nos parece el elemento más singular, pero valiosos son los edificios y la configuración espacial que tiene eso. Los silos son importantes, el edificio de Falperra con  esa fachada tan modulada y el edificio central con los almacenes con esa cubierta inundada que también recuperamos tienen su interés. Aquí hay dos actuaciones, una a nivel urbano y otra a nivel arquitectónico. A nivel arquitectónico, esas estructuras tienen su valor y procuramos que los usos alteren lo menos posible los edificios.

La duda es si todo esto podrá hacerse realidad.
Cuando Jorn Utzon hace la Ópera de Sidney le hicieron esta pregunta dijo que él había hecho lo difícil que era pensar el edificio. Esa segunda parte le toca a quien le toca,  a quien toma la decisión de que esto mejore y tenga el uso adecuado. Si se  hace una inversión potente lo lógico es pensar bien lo que se hace ahí y cómo se hace. Espero que dentro de unos años estemos contentos con la intervención. n
 

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