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El Fraga busca más ideas tras cumplir 15 años de cierre

El proyecto presentado en 2001.
photo_camera El proyecto presentado en 2001.

Abanca descarta invertir otros siete millones en la reforma del viejo teatro y espera acontecimientos

nnn La finalización de la reforma integral del teatro Fraga sigue fuera de la agenda de Abanca, que tendría que gastarse unos siete millones de euros para poder completar la obra de restauración iniciada por Caixa Galicia antes de la fusión con Caixanova, y que entonces se paró, dejando a medias el ambicioso proyecto del arquitecto César Portela. El Fraga se iba a convertir en el nuevo centro cultural de Vigo, combinando teatro, salas de exposiciones y otras actividades. La mayor parte de la reforma está terminada, en especial la sala principal, pero el edificio está cerrado desde 2001: acaba de cumplir quince. Descartada dicha vía, tampoco el banco gallego contempla la venta del inmueble. ¿Qué hacer entonces? El vicepresidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, propuso en mayo abrir un concurso de ideas e invitó a la sociedad viguesa a pronunciarse al respecto “en un proyecto sostenible y de beneficios para la comunidad”, apuntó Escotet en dicha ocasión, añadiendo que no le gusta “dejar nada a mitad de camino” pero ni siquiera invirtiendo los siete millones se garantizaría llenar de actividad el viejo Fraga.
Ocho meses más tarde, desde Abanca se mantiene que todo sigue en el mismo punto. Hubo voces que lanzaron algunas ideas sobre el teatro, pero nada concreto.  El presidente de los empresarios (CEP), Jorge Cebreiros, dijo que el destino debería ser “dotacional y una biblioteca importante”. La presidenta de la Federación Vecinal, María Pérez, pidió un recurso público para usos culturales y donde celebrar festivales. La presidenta del Colegio de Abogados, Lourdes Carballo, propuso un paraninfo y salones multiusos adscritos a la Universidad de Vigo o a la UNED. El presidente de Amigos de la Ópera, Pedro Pablo Gutiérrez, recordó que albergó el festival de música Are More conocido en toda Europa y que le gustaría que el Fraga tuviese usos culturales. Y el arquitecto y escritor Jaime Garrido advirtió de que “un edificio sin uso está muerto y tiende a desaparecer”, y valoró que Abanca “conserve los fines sociales que tenía como caja”. El proyecto que se quedó a medias contemplaba una sala principal con 1.000 butacas, dedicada artes escénicas, sin olvidar las proyecciones de cine, mientras que la antigua discoteca Nova Olimpia sería una sala de exposiciones y la pista de baile será una centro de conferencias. Abanca invirtó 26 millones en la reforma integral del edificio abierto en 1948 con la película “Botón de Ancla”, y que cerró en 2001 con la proyección de “Tomb Raider”, de Angelina Jolie. Nova Olimpia todavía estuvo varios años más.  n

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