Unos ocho menores que cometieron infracciones pasan anualmente por este departamento
nnn Los alumnos del CEIP Vicente Risco siguen atentamente las indicaciones de los dos agentes de la Educación Vial de la Policía Local. Asisten a una de las acciones que este departamento lleva a cabo en los colegios del municipio con el objetivo de apostar en la seguridad y en a prevención de accidentes. Al año pasan por este programa unas seis mil personas entre alumnos de colegios, embarazadas que siguen cursos sobre cómo utilizar los mecanismos de retención infantil, asociaciones de vecinos, de consumidores e, incluso, menores que son enviados por la Fiscalía tras haber cometido algún delito contra la seguridad vial. Y es que como asegura el alcalde, Abel Caballero, al referirse a este departamento “la educación vial es prioritaria porque trata de la seguridad y la formación de los más jóvenes”.
“Los mejores peatones son los niños. Cuando van solos, cumplen escrupulosamente las normas de tráfico; las infracciones las cometen cuando van acompañados de adultos”, comenta uno de los agentes encargados de la formación y que poco antes recordaba al grupo de alumnos que visita en esta ocasión el circuito que tienen en O Castro, que lo más importante “es el trabajo en equipo. Hay que estar pendientes de aquellos que a lo mejor están menos acostumbrados a ir en bicicleta y ayudarles”. Cada acción formativa está adaptada a las necesidades de cada grupo, por lo que cuentan con programas destinados a alumnos de Educación Infantil, a los que enseñan a cruzar seguros por los pasos de peatones; de Primaria, donde se incide en actividades ya fuera del centro, a circular con bicicleta de forma segura y responsable; los de Secundaria, con los que se fomentan actitudes viales responsables.
Cada año, son unos cinco mil niños los que aprenden las normas de seguridad vial en estas clases especiales. A este colectivo se suman aquellos que ya han cometido algún tipo de delito contra la seguridad vial y que son enviados por la Fiscalía de Menores para que reciban una formación que permita reeducarlos como usuarios de las vías. La media anual en este caso suele ser de diez niños los que pasan por este programa, aunque el año pasado la cifra bajó a ocho. En este caso se fomenta el cambio de actitudes, se ayuda a que comprendan la necesidad de las normas y a facilitarles el proceso de toma de decisiones.
Los colectivos de adultos que reciben Educación Vial son de lo más variopinto. Uno de ellos es el integrado por las futuras mamás. Desde hace un año, los agentes de este departamento de la Policía Local han unificado las charlas y formaciones en las instalaciones del Centro Cívico de Casco Vello, donde disponen de una sala preparada con sillas de retención infantil. Lo normal es que asistan a estas clases unas ochocientas embarazadas todos los años, las cuales reciben consejos como “que el niño viaje en sentido contrario a la marcha, siguiendo el modelo nórdico que demuestra que esta modalidad reduce la mortalidad en caso de accidente”, explica uno de los agentes encargados de las charlas.
Las asociaciones de vecinos y usuarios también son visitadas con frecuencia por estos policías, que recuerdan que un porcentaje muy importante de los infractores y de los atropellos se dan entre personas “de edad más avanzada”. Un dato que se desprende de las estadísticas de accidentalidad que este departamento elabora. Además, estos agentes participan en ferias como Vigolandia, con dos circuitos viales; en las semanas de seguridad vial de empresas como Faurecia o PSA y colaboran la ya tradicional Pedaliña que se celebra en el circuito del parque de Castrelos. n
