“Es absurdo obligarnos a dar la comida sobrante a los clientes”

 Desde que la Xunta anunciase que a partir del 1 de enero todos los restaurante están obligados a ofrecer la comida sobrante a sus clientes utilizando envases reutilizables y que no estén fabricados con plástico, los hosteleros son críticos con que "ahora exista una obligación". Muchos establecimientos de la ciudad ya ofrecen a sus comensales los excedentes de sus pedidos. Los empresarios muestran su preocupación sobre quien se hará cargo de los costes en los envases cuando esta ley autonómica entre en vigor a partir de 2020. "Llevamos años trabajando para reducir los desperdicios y siempre se ofrece la comida cuando se solicita, pero la normativa que quiere aplicar la Xunta no deja claro qué tipo de envases se podrán utilizar y los sobrecostes que eso puede acarrear", afirma César Sánchez-Ballesteros, presidente de la Asociación Empresarial de Hospedaje de Pontevedra (Asehospo). 
"El cliente va a tener que pagar el sobrecoste. Por las condiciones que se nos imponen en los envases, parece que no va a ser algo barato y eso tendrá que repercutir en el precio del servicio", reconoce Sánchez-Ballesteros. El representante de los hosteleros explica que "hay que buscar un modelo que sea asumible" y que se pueda adaptar correctamente a los productos que ofrecen los establecimientos. "Somos un sector que cada vez está más concienciado en estas materias, pero es necesario aclarar el tipo de envase de una manera más clara. Para muchos restaurantes puede ser complicado porque no todas las comidas se pueden colocar en un envase hermético y reutilizable: una pizzería puede utilizar papel y cartón, pero un restaurante de comida tradicional se encuentra con más dificultades. ¿En dónde metes lo que sobró de un arroz caldoso?", comenta Sánchez-Ballesteros.

Ángeles Pereira, del restaurante Garden, cuenta que en su local ofrecen las sobras al cliente que lo solicita pero no ven "factible" que se tome por norma para todos los casos. "No lo tenemos nada claro. Usamos dos tipo de envases para el servicio de recogida de comidas: uno de plástico y otro biodegradable de cartón. El primero quedaría prohibido y el segundo modelo no sirve para todos nuestros productos. Los envases reciclables son muy caros y no sé en qué medida se los podremos cobrar a los clientes", asegura Ángeles. 
El anteproyecto de ley responde al propósito de la Xunta por reducción los desperdicios alimenticios y el uso de plásticos en el próximo lustro, una media que se suma a la prohibición de vasos, platos y cubiertos de plástico en Galicia a partir del próximo año. Ángeles Pereira no cree que la norma que afecta a los restaurantes surta efecto puesto que "no creo que sea tanta la cantidad de comida que acaba tirada en la basura ni que se reduzcan el resto de desperdicios porque dejas de utilizar plásticos, pero generas basura con otros materiales".
Los hosteleros creen que la nueva ley sobre residuos es un "nuevo golpe" al sector y en el que "parece que vamos hacia atrás en el tiempo", comenta José Manuel Pazos de Las Tapas de José. "Vamos a tener que cobrarle al cliente por los envases. Esto puede subir los precios porque entre el recipiente y la bolsa todo va sumando. Soy el primero en ofrecer a los clientes que se lleven lo que sobra del pedido, pero que se nos obligue por ley es algo absurdo", reconoce. El propietario de Las Tapas de José apunta que "no todos los clientes quieren llevarse la comida y al final acabará todo en la basura". 
El presidente provincial de los hosteleros mantiene que la Xunta "debe darle una vuelta al tema" y ser más concretos en las medidas que deben tomar para reducir los desperdicios y el uso de plásticos. "Que exista una norma en los tiempos que corren es normal, pero desde el punto de vista técnico creo que el mayor problema nos lo vamos a encontrar en el material de los envases", asegura.