La Audiencia archiva la causa por adjudicar en el gobierno vigués obras de las que se podía beneficiar la firma donde era gerente
nnn La Audiencia ha dictado auto en el que estima el recurso de apelación interpuesto por el concejal socialista Ángel Rivas, contra la decisión de abrirse una pieza separada del conocido como caso Hormigón para investigarle por prevaricación y negociaciones prohibidas para funcionarios públicos, y decreta el sobreseimiento provisional y archivo de las actuaciones practicadas en su contra. Según el auto, "no se ha razonado la concurrencia de ningún indicio del que deducir una patente, clara y vulgar vulneración del ordenamiento" por parte de Rivas, por el hecho de participar en las Juntas de Gobierno en las que se adjudicaron obras a empresas constructoras que, a su vez, compraban el hormigón a la empresa de la que el concejal era gerente (Hormigones Valle Miñor). La jueza de Instrucción 1 y la Fiscalía entendían que el edil podría haber cometido un delito al no haberse abstenido en las Juntas de Gobierno en las que se adjudicaron obras de las calles Nicaragua, Severino Cobas y Brasil, y apuntaban que Rivas podría tener un "interés personal" en adjudicar dichos trabajos a empresas clientes habituales de Valle Miñor. Para la Audiencia no se puede confundir la participación del acusado en la adopción de un acuerdo, sin haberse abstenido (cuestión en la que el tribunal no entra), con la naturaleza del acuerdo adoptado, y que debe ser contrario a derecho o arbitrario para ser prevaricación.
El caso Hormigón saltó en septiembre de 2014, cuando se conoció la imputación de Ángel Rivas por la contratación de hormigón a la empresa de la que fue gerente, y que proveía a varias contratas de obras de humanización. La Fiscalía veía irregularidades también en autorización de gastos y adjudicaciones de obras "huérfanas de expediente y justificación".
