Rodrigo Nogueira, con unas 70 denuncias, cuatro en Vigo, quedó en libertad tras la finalización de la vista en Pontevedra. El fiscal pide para él dos años y un día de cárcel
n n n El conocido como “´Don Juán” de Pontevedra, Rodrigo Nogueira, acusado de estafar en los últimos años a unas setenta mujeres, entre ellas varias de Vigo, que conoció por internet, se reencontró ayer con algunas de las víctimas en la vista oral del juicio que se celebró contra él por la deuda que dejó al abandonar un hotel.
La Fiscalía solicita dos años de prisión para Nogueira por fugarse sin pagar en un hotel de Meaño en marzo de 2013, dejando tras de sí una deuda de 5.062 euros por el alojamineto durante un mes.
Junto a él, en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo penal número 1 de Pontevedra, se sentó también Olga G.G., la mujer que le acompañó en su estancia en el hotel y que se marchó unos días antes que él.
Ambos aseguraron que la reserva del hotel la había efectuado el otro -aunque el dueño del hotel ha explicado que fue él quien la hizo- y que pensaron que el gasto generado en el establecimiento lo iba a abonar la otra persona.
Nogueira llegó a afirmar ante el tribunal que se ofreció a pagar 200 euros al mes hasta liquidar la deuda, pero los responsables del hotel negaron tal propuesta e incluso revelaron que el acusado les dijo que trabajaba para la compañía informática HP y que iba a ser la empresa la que pagaría la deuda.
En la vista oral del juicio también declararon como testigos algunas de las mujeres que lo denunciaron por estafa y apropiación indebida.
Una de ellas, Geni Domínguez, afirmó a las puertas del tribunal que Olga G.G. "no es culpable y no está sola", sino que también ha sido "estafada" por Nogueira "como muchas otras mujeres".
En su caso, explicó que le conoció a través de una red social y que le llamó la atención su perfil "diferente" porque le hablaba de cosas que "te enganchan" como libros o música "y no iba a saco".
Además, la mujer detalló que le contó "una historia de una vida de desgracia" con unos padres muertos por cáncer y una hermana drogadicta y confió en él porque "no pensaba que alguien pueda jugar con este tipo de historias".
Tras prestarle dinero para que pudiera cuidar de su hermana, Nogueira llegó a convivir durante quince días en casa de Geni, un tiempo en el que compartió la vivienda como el "pretendiente perfecto", igual que hizo con otras siete mujeres
