Finaliza el plazo para la presentación de las nuevas ofertas por el edificio de la calle del Príncipe, que permitiría liquidar la deuda de la sociedad, en situación preconcursal
El próximo martes finaliza el plazo autoimpuesto por la directiva saliente del Círculo Mercantil para que las personas o empresas interesadas en adquirir la sede de la sociedad, en la calle del Príncipe formalicen una propuesta económica, pero a día de hoy no todavía ninguna presentada ante el notario. No obstante, hay convicción de que habrá al menos dos, aunque los supuestamente interesados parecen empeñados en apurar el plazo hasta el último minuto.
Así lo entiende la dirección del Mercantil, que mientras tanto está realizando un sondeo con los socios, a los que ha preguntado sobre si están de acuerdo o no con la operación, que ya fue bloqueada en el pasado en una votación negativa en asamblea general. Entonces se planteaba la venta total al Celta por unos 4,5 millones de euros.
Fuentes de la directiva aseguraron que ya han mantenido contacto vía telefónica con unos 200 socios a los que se les planteó la oportunidad de retomar la idea para liquidar las deudas -1,9 millones de euros- que han llevado ya a la situación de pre-concurso de acreedores y a acumular nuevas deudas por impagos que añaden riesgos al futuro de la entidad. "De momento vamos pagando, pero con dificultades y no todo", reconocieron. En dicha consulta -según aseguran- han podido constatar que la mayoría está de acuerdo en que no hay otra solución mejor, aunque gran parte estaría más dispuesta a que no se perdiera la totalidad del edificio, manteniendo algunos de los pisos.
Esta posibilidad no es del agrado del presidente, Ignacio Amoedo, quien confiesa que supondría muchas problemas en la división horizontal e incluso de naturaleza urbanística, con accesos diferenciados y otros. En todo caso, están a la espera de conocer las propuestas y en qué sentido se harán antes de llevarlas ante los socios, esta vez con otras perspectivas.
PLAN DEL ENSANCHE
Además, reconoce Amoedo que está encima de la mesa la amenaza de la redacción de las fichas urbanísticas del denominado Plan del Ensanche, que ordenará la naturaleza de los edificios del centro urbano, lo que supondrá incrementar las medidas de protección.
Y eso probablemente hará más difícil conseguir que haya ofertas. En todo caso, una vez la dirección consiga una propuesta que considere válida la llevará a la asamblea para tratar su ratificación y serán los socios de nuevo los que tendrán la última palabra.
Ahí también debería finalizar el mandato de Ignacio Amoedo y su junta directiva, que ya anunció en asamblea que no concurrirá a un nuevo mandato. n
