La fiesta del cefalópodo en Caeiro y el recuentro de vecinos de Montecelo Alto congregaron a numerosas personas
La fiesta del pulpo de Cabral -que celebra su 27 edición- y la comida de antiguos vecinos de Montecelo Alto ya se han convertido en dos citas populares clásicas del mes de octubre. Las dos se celebraron ayer con un gran éxito de participación, especialmente meritoria la primera por ser al aire libre ya que el tiempo acompañó y las lluvias se ausentaron.
En la jornada gastronómica en Caeiro se cocinaron 700 kilos de pulpo, acompañados de vino tinto, pan y empanada casera por si alguno descartaba el cefalópodo del menú. La fiesta sigue siendo un éxito tras 27 años de celebración y ya hay unos jóvenes del barrio que están tomando el relevo a los organizadores, la asociación de vecinos y una peña denominada 'amigos do pulpo'.
La comida fue el plato fuerte y el postre lo puso la música a cargo del grupo de baile Pontenova de Salvaterra y las bandas de música Lira de San Miguel de Oia y Las Delicias de Caeiro. Una gran chocolatada a última hora de la tarde fue el colofón.
vecinos de los años 50
Antonio Castro, de 70 años, lideró un año más la convocatoria para celebrar una comida de reencuentro de antiguos vecinos (de la década de los 50) de la calle Montecelo Alto. Lo consiguió con un gran éxito de participación en un restaurante en Candeán, donde lo amigos se reunieron -algunos tras muchos años sin verse- y pudieron recordar viejos tiempos.n
