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Antía Cal: “Gracias por darme una vida preciosa”

La profesora Dorothy, con José Antonio Alonso (alumno de la primera promoción) y Antía Cal, con la placa.
photo_camera La profesora Dorothy, con José Antonio Alonso (alumno de la primera promoción) y Antía Cal, con la placa.

Ex-alumnos y docentes de la Escola Rosalía de Castro celebraron ayer un primer encuentro con la presencia de su fundadora

Emoción. Es la palabra que mejor define lo que ayer se vivió en la Escola Rosalía de Castro. Con 53 años de trayectoria, más de un centenar de vigueses que están o estuvieron vinculados al centro como alumnos, padres de alumnos o profesores se citaron en sus instalaciones de Bembrive para celebrar el primer Encuentro de la Fundación Escola Rosalía de Castro, con actividades intergeneracionales y una comida de confraternización.
El acto central fue el homenaje a la fundadora Antía Cal. Con 91 años, llegó desde su casa en O Morrazo. Fue recibida con gran afecto por los asistentes, que esperaban para besarla y hacerse fotos con ella. Especialmente sentido fue el abrazo que se dio con Dorothy, la profesora de inglés con quien puso en marcha su proyecto educativo bilingüe. “Os quiero a todos y os doy las gracias por darme una vida preciosa”, declaró Cal a la entrada del patio, y puntualizó “tanto los alumnos como sus familias fueron maravillosos y me permitieron trabajar como me dio la gana”.
Pedagoga revolucionaria en los años 60 en Vigo, defendía una educación basada en la confianza. Así lo recordaba en las anotaciones que preparó en una libretita roja: “No pude dormir pensando qué anécdotas recordar”, confesó. Aguantando las lágrimas de orgullo recordó como sus alumnos le devolvieron la confianza con la aparición de un bolígrafo de oro desaparecido o la recuperación del libro dedicado a Curiel por Santiago Carrillo: “Somos una familia y había cariño, por eso mi cuarto estaba abierto todo el día”. Sin embargo, Antía Cal reconoce que los comienzos no fueron fáciles: “Tuve que convencer a los profesores en que apoyasen en un sistema en el que nadie creía”.
La comunidad del Rosalía de Castro quiso reconocer una vez más el mérito de su promotora, por lo que invitaron a la propia Antía Cal, acompañada de Dorothy a descubrir una placa en el hall del colegio, porque “con tu presencia física y espiritual, sigues siendo un ingrediente esencial”.n

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