La bióloga viguesa alertó del daño a mejillones y vieiras debido a la acidificación del mar por las emisiones de CO2.
La bióloga viguesa Aída Fernández Ríos ingresó ayer como académica numeraria de la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC). Bióloga-oceanógrafa y profesora de investigación en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, del que también fue directora (2006-2011). Cuenta con una dilatada trayectoria profesional y participó en numerosas campañas oceanográficas, la primera de ellas en 1974 a bordo del "Cornide de Saavedra". Es la tercera mujer que ingresa en la RAGC en los dos últimos años. Las otras dos habían sido Alicia Estévez Toranzo y María José Alonso, ambas del área de Farmacia y Biología, que entraron en 2014. Al acto celebrado ayer en Santiago asistió el rector de la Universidad de Santiago, Juan Viaño, el presidente de la Real Academia, Migule Ángel Ríos, el coordinador del CSIC en Galicia, Eduardo Pardo de Guevara, el vicepresidente del Consello da Cultura Galega, Francisco Díaz-Fierros, y el Secretario Xeral do Mar de la Xunta, Juan Carlos Maneiro, entre otras autoridades.
En su discurso de ingreso en la Real Academia, Aída Fernández habló sobre la acidificación del mar como consecuencias de las emisiones de CO2, un tema que forma parte de sus líneas de investigación. Según explicó, esta situación afecta especialmente a organismos marinos con conchas calcáreas, entre ellas la vieira gallega y el mejillón que crece en semicultivo en la Ría de Vigo y que podrían estar en riesgo de sufrir los efectos del descenso del pH en este siglo.
La bióloga viguesa aseguró que es una “honra” pertenecer a la Real Academia Galega de Ciencias y que contribuirá a la tarea con “ilusión y dedicación”. También agradeció el apoyo recibido a lo largo de su vida por familiares, amigos y compañeros de profesión, en especial del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo y también al profesor Fernando Fraga, que le había dirigido su tesis, y a Fiz Fernández Pérez. Además, lanzó un mensaje de ánimo para la gente joven que comienza en el campo de la ciencia porque aunque la situación no es fácil, “es una tarea estimulante que ayuda a superar etapas difíciles y a conseguir nuevos retos”.n
