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A Pedra se traspasa

El mercado, cerrado a cal y canto, sigue a la espera de poder acordar un nuevo proyecto.
photo_camera El mercado, cerrado a cal y canto, sigue a la espera de poder acordar un nuevo proyecto.

Los últimos locales dentro del Mercado en la planta baja echan el cierre o liquidan

El cierre del mercado de A Pedra ya es definitivo con los últimos locales supervivientes, dentro de la concesión, en traspaso o liquidación. A mediados del pasado año, los problemas derivados con el pago de las cuotas tras la última y definitiva redada que dejó seriamente tocados a los comerciantes fueron el principio del fin del mercado.
Los dueños que reinvirtieron en los puestos para darle un impulso  y hacer borrón y cuenta nueva tuvieron que salir fuera de forma provisional alquilando otros locales para dar salida al stock ante la caída en la afluencia de visitantes. El principal problema, que buena parte de los locales seguían cerrados porque quienes los gestionaban estaban de baja. Algunos dejaron de pagar las cuotas y los intentos por recuperar el mercado  se topaban con el propio enfrentamiento en el seno de los comerciantes.
Ante esta situación, el mercado decidió ofertar  a través de una inmobiliaria la concesión de los puestos del interior del mercado, cerrado a cal y canto. Dicha concesión incluye además la planta baja, donde están situadas las cafeterías, los únicos negocios que ajenos a las redadas policiales y al precinto judicial que inició la agonía del mercado. 
Ahora, la situación afecta también a  los comercios de la planta baja exterior, con entrada por la calle Teófilo Llorente. Los locales están o bien cerrados por traspaso, en liquidación o con traslado fuera de la zona.
Pese a las diferencias en el seno de la propia asociación de comerciantes, el colectivo está pendiente de cerrar un acuerdo para la gestión del mercado con varias ofertas sobre la mesa que podrían  hacer reabrir en futuro el que ha sido históricamente un enclave comercial típico en Vigo.
A falta de materializarse los traspasos, la mayoría de comerciantes que han estado años al frente de los locales podría dejar el negocio. En el último año, los implicados en las principales redadas por vender prendas falsificadas y contrabando de tabaco tuvieron que sentarse en el banquillo y asumieron diversas condenas, todas mínimas, pero algunas de inhabilitación para el comercio durante cuatro años, lo que supone un impedimento más para retomar sus antiguos trabajos.

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