Que tiemblen los 'coolturetas', Moderna de pueblo se ha fijado en ellos

La dibujante Raquel Córcoles, también conocida como Moderna de pueblo, pone ahora en su punto de mira a los aspirantes a intelectuales en "Cooltureta", una novela gráfica cuyo guión ha escrito junto Carlos Guerrero
photo_camera La dibujante Raquel Córcoles, también conocida como Moderna de pueblo, pone ahora en su punto de mira a los aspirantes a intelectuales en "Cooltureta", una novela gráfica cuyo guión ha escrito junto Carlos Guerrero

Los aprendices de intelectual deberían estar temblando porque Raquel Córcoles, más conocida como Moderna de pueblo, ha puesto su vitriólico punto de mira en ellos para facturar "Cooltureta", una nueva novela gráfica donde muestra los esforzados vericuetos que seguir para estar en la "onda" sin perder dignidad

Moderna, que ha escrito el guión a cuatro manos con Carlos Carrero, abandona la primera persona de "Los capullos no regalan flores", su anterior trabajo (ambos en Lumen), y ofrece aquí el protagonismo a un joven aspirante a "hipster" intelectual, un ejemplar de esa tribu que busca saberlo todo antes que nadie y a la que en sucesivas mutaciones se les ha ido llamando "listillos", indie, gafapasta...

Las viñetas de Córcoles (Reus, 1986) siempre están llenas de modernillos/as de buen ver, impecablemente vestidos, que se mueven en bicicletas vintage y se dejan ver en cafés tipo Berlín.

Pero la cosa no queda ahí porque si no resultaría aburrida. Como hizo en una generación anterior el barcelonés Juanjo Sáez, el "azote de indies" en sus tiras "No puedo parar de triunfar", Moderna (que adoraba las viñetas de Sáez) utiliza igualmente la mala leche para tratar a ciertos personajes y desenmascararlos en su impostura si es necesario.

"Si uno quiere ser 'cultureta' debe prepararse desde bastante joven, ha de ver mucho cine de todas las nacionalidades, leer muchos libros e intentar conocer la vanguardia de la cultura, no puede parar de actualizarse porque si no alguien te puede dejar en evidencia", explica la autora, que estos días está firmando libros en el Salón del Cómic de Barcelona.

Para Córcoles, este transtorno obsesivo por haber visto, escuchado o leído todo (y antes que nadie) lo que, según los cánones de lo "cool", hay que consumir, es más propio del género masculino, que incluso en un ámbito como la cultura se comporta como si fuera un combate de gallos para ver quién hace el comentario más interesante y demostrar lo que sabe ("ya la he visto, es una de sus coletillas favoritas").

"El ego les hace ser cabezotas. Mientras tanto, las chicas en general nos quedamos más con la opinión, nos gusta escuchar y dejamos que otro se quede con la sensación de haber ganado", comenta la autora, a la que Guerrero ha aconsejado a la hora de elegir los escenarios en los que sucede la historia para ganar verosimilitud masculina: "mejor un bar tomando un carajillo que un sitio de 'cupcakes", bromea.

Pregunta: ¿Por qué los modernos y culturetas suelen irritar tanto? "Tienen muchas contradicciones y muestran sólo una cara de lo que les interesa, a veces parecen personas disfrazadas, hay mucha parodia a su alrededor y si les acorralas un poco no saben ni defender las modas que siguen", contesta la autora golpeando donde duele, aunque subraya rápidamente que no quiere ser cruel con nadie.

Moderna diferencia entre esos "hipster" que únicamente se dedican a seguir las tendencias de moda que ven en los bloc (barbas, bigotes, ciervos, Rayban, jersey varias tallas mayor de lo normal...) de aquellos que se interesan por la cultura aunque lo lleven a una vertiginosa carrera capaz de dejar en el camino discos, películas o libros "demasiado 'mainstream" para reconocer ante sus amigos que le gustan. Agotador.

"Al final te acabas juntando con quien puedes ser natural. Es imposible estar el resto de tu vida fingiendo. Has de estar con alguien que te permita estar relajado y decirle tranquilamente: no he entendido la película", advierte Córcoles.

Como no podía ser de otra manera, "Cooltureta" está llena de referencias musicales (La Casaazul, Magnetic Fields, Daft Punk...), literarias (Kundera, Murakami...) o cinematográficas (Lynch, Hitchcock, "Desayuno con diamantes"...) que ayudan a mostrar la evolución del personaje, que en el fondo, y como la mayoría de los veinteañeros, hará todo lo que esté en sus manos para ligar.

"Todos los modernos del planeta son prácticamente iguales, desde Reus a Nueva York", una mímesis que les viene muy bien para reconocerse en la calle y en el súper, pero que a la vez supone un engorro ya que su verdadero reto es desmarcarse, ser diferente, algo complicado cuando hay tanta gente intentándolo a la vez.

"Ahora la moda es renegar de las modas, la antimoda, fingir que no te interesa, vestir con chándal", descubre Moderna que, junto a Guerrero prepara una sección sobre los "culturetas" y otros estereotipos masculinos para la revista GQ de cara al próximo Mundial de fútbol.

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