Sociedad

EEUU aplicará al cáncer la política que le llevó a la luna

Investigadores del Centro de Genómica e Investigación Oncológica Genyo, de Granada.
photo_camera Investigadores del Centro de Genómica e Investigación Oncológica Genyo, de Granada.

El vicepresidente estadounidense encabeza una misión que aportará 896 millones para la lucha 

n n n Después de casi una década de recortes, los investigadores del cáncer en Estados Unidos reciben con optimismo la ambiciosa iniciativa "Cancer moonshot", que el Gobierno compara con la que en 1961 desplegó el presidente John F. Kennedy para llegar a la Luna. El vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, pidió en octubre pasado la misma determinación para curar el cáncer que para conquistar el espacio y desde esta semana está al frente de una "misión" de 1.000 millones de dólares (896 millones de euros) para conseguirlo.
Con la iniciativa "Cáncer moonshot" (lanzamiento a la luna), el Gobierno busca lograr en cinco años el progreso de una década, con más tratamientos disponibles para los pacientes y más capacidad para prevenir el cáncer en estadios iniciales. Biden, que perdió a su hijo mayor el pasado mayo por un tumor cerebral, quiere aprovechar su último año en la Casa Blanca para dar un nuevo impulso a la lucha contra el cáncer e inspirar a una nueva generación de científicos a "traspasar los límites de lo posible", como hizo Kennedy hace 55 años.
"El presupuesto del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) en 2015 fue de 4.950 millones de dólares (4.435 millones de euros), así que 1.000 millones más tendrán por seguro un impacto, porque cada dólar cuenta", explicó Sharon Stack, directora del Instituto Harper de investigación del cáncer en la Universidad de Notre Dame (Indiana). "No obstante, el 'moonshot' original, el programa Apolo, estuvo dotado con 20.000 millones (17.900 millones de euros), lo que hoy serían más de 100.000 millones (89.600 millones de euros)", agregó la doctora.
El presupuesto del "Cancer moonshot", 1.000 millones de dólares, es aproximadamente lo que costaba el lanzamiento de un transbordador espacial en los últimos años del programa, que concluyó en 2011. Kennedy anunció su "moonshot" pocos meses después de alcanzar la Presidencia, pero el de Obama llega en su último año en la Casa Blanca y con el país pendiente de una de las campañas electorales más intensas de las últimas décadas.
La comunidad científica recibe con alivio los nuevos fondos y espera que con la nueva iniciativa se mantenga una línea de incrementos constantes en el presupuesto de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que en diciembre del año pasado recibió su primera subida en 12 años. Biden trabajó para que el Congreso aprobara un aumento de 2.000 millones de dólares (el 6,6%) en el presupuesto del NIH dentro de la ley de gasto que financia a las agencias federales hasta que concluya el año fiscal 2016, el próximo 30 de septiembre.
"Desde el 2008 había ido todo cuesta abajo en cuestión de financiación. Mucha gente se quedó sin fondos para seguir con sus laboratorios y en los últimos diez años las universidades consiguieron muy pocos investigadores jóvenes en cáncer", explicó la española Sonia Franco, profesora de oncología en la Universidad Johns Hopkins (Baltimore).

terapia personalizada
Obama reconoció en su discurso del Estado de la Unión el pasado mes de enero que el NIH no había tenido el nivel de recursos actual desde hace más de una década y encargó a Biden el control de una misión que debe convertir a Estados Unidos "en el país que cure el cáncer de una vez por todas". "Buscar una sola cura para el cáncer es algo que ya casi se ha abandonado. El cáncer no es una enfermedad, son muchas y cada una de ellas con subtipos diferentes. La tendencia es la terapia personalizada del cáncer e individualizar es muy caro, hay que invertir mucho en saber qué cáncer tiene un paciente y cómo tratarlo", explicó la doctora Franco. n

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