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Macron retrocede y aplaza la subida de impuestos a los carburantes ante el estallido social

Manifestantes con chalecos amarillos se enfrentan a la policía cerca del Arco del Triunfo de París
photo_camera Manifestantes con chalecos amarillos se enfrentan a la policía cerca del Arco del Triunfo de París

El presidente francés, Emmanuel Macron, aplaza seis meses la subida de impuestos a los carburantes en un intento para frenar el estallido social y las violentas protestas que llevan varias semanas sacudiendo Francia y que han protagonizado los conocidos como `chalecos amarillos`, según numerosos medios de comunicación galos.

La radicalización del movimiento, que además cuenta con el apoyo del 70 por ciento de los franceses, ha revelado una fractura social en Francia complicada de curar y que además ha centrado su ira contra el presidente Macron, colocándole ante la crisis más grave de las últimas décadas.

La violencia registrada este sábado en París, donde más de 130 personas resultaron heridas y más de 400 fueron detenidas, ha llevado finalmente al Ejecutivo de Macron a dar marcha atrás, a pesar de que se había resistido a hacerlo durante semanas.

El presidente estaba ante una situación insostenible porque los miembros del movimiento social no estaban dispuestos a retroceder. Según uno de los coordinadores de las protestas, Thierry Paul Valette, el impuesto del combustible "fue la chispa", pero subyace la sensación de que esa Francia invisible que lleva años perdiendo poder adquisitivo ha estallado y reclama medidas ya.

"Está claro que la posición del presidente Emmanuel Macron es insostenible (..) el desprecio por una Francia que sufre y el desprecio por una Francia que no está bien", ha dicho Valette en una entrevista concedida a la agencia estadounidense AP.

El pulso, que iniciaron un grupo de jubilados y artesanos con dificultades para llegar a fin de mes y organizados a través de las redes sociales, lo han ganado frente al todopoderoso Estado. Al menos, han vencido esta primera batalla destinada a frenar ese impuesto al diésel, pero todo apunta a que el descontento es tan grande que las reivindicaciones persistirán y Macron no descansará sólo con aplazar la medida. Deberá dar un paso más grande si no quiere que el estallido social siga en auge, alertan los analistas políticos. Y es que el descontento se extendió este lunes a los trabajadores de ambulancias y algunas escuelas secundarias con estudiantes molestos por las reformas escolares.

El hecho de que Macron anuncie una moratoria en el impuesto no garantiza que se frenen las protestas que abarcan a varios sectores de la población.

De momento, el encargado de hacer el anuncio de la moratoria en la medida, que estaba previsto que entrara en vigor el próximo 1 de enero y que ahora será aplazada durante unos meses, ha sido el primer ministro, Edouard Philippe, durante un encuentro del grupo parlamentario de La República en Marcha, el partido gobernante.

"Decenas de miles de franceses han expresado su cólera", ha dicho Philippe, en una comparecencia convocada en pleno debate por la ola de protestas de los `chalecos amarillos`, que el sábado desembocó en importantes disturbios en la capital, París.

El Gobierno ha tomado nota del malestar y ha entendido que "ninguna tasa merece poner en peligro la unidad de la nación", por lo que ha suspendido "durante seis meses" la aplicación de las tres medidas fiscales que iban a entrar en vigor el primer día de 2019. Así, los precios de la electricidad y del gas "no aumentarán durante el invierno".

El Ejecutivo no renuncia a "luchas contra la contaminación, contra el cambio climático", pero por boca de Philippe ha admitido que es necesario "acompañar a los franceses en esta transición" que el propio presidente, Emmanuel Macron, defendió durante una comparecencia pública la semana pasada

Según el diario `Le Monde`, además de la supresión de la controvertida subida de impuestos, el Gobierno va a anunciar otras medidas que no se han detallado.

El encuentro propuesto con los líderes de las protestas ha sido suspendido, después de que estos hicieran saber que no acudirían a la cita en Matignon, sede de la oficina del primer ministro.

La decisión de aplazar la medida se adoptó durante una reunión convocada por Macron en el Elíseo en la que estuvieron presentes el primer ministro y una decena de ministros, entre ellos los de Transición Ecológica, François de Rugy, y el de Economía, Bruno Le Maire.

Previamente, Philippe se había reunido con los líderes de los partidos con representación parlamentaria para abordar la crisis. Todos ellos, con la excepción de las formaciones ecologistas, se mostraron a favor de una moratoria, según `Le Monde`.

La crisis de los `chalecos amarillos` ha tenido un fuerte impacto en la popularidad del presidente francés, Emmanuel Macron, y en la de Philipe, según el sondeo de Ifop-Fiducial publicado este martes por `Paris Match` y Sud Radio. Así, el presidente cae al 23 por ciento, seis puntos menos que hace un mes, y el primer ministro cede diez puntos hasta el 26 por ciento.

MORATORIA INSUFICIENTE, SEGÚN LA OPOSICIÓN

La presidenta de la formación ultraderechista Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen, ha reaccionado este martes a la moratoria que pretende aprobar el Gobierno y ha asegurado que esa medida "no está a la altura" de las expectativas de los ciudadanos galos.

"Una moratoria no es sino un aplazamiento. No puede estar evidentemente a la altura de las expectativas y de la precariedad en la que se debaten los franceses", ha escrito en su cuenta de Twitter la líder ultraderechista gala.

Por su parte, la exministra socialista de Ecología Ségolène Royal ha cargado contra la subida de impuestos al carburante impulsada por el Gobierno y ha asegurado que es "mentira" que tenga "motivos medioambientales".

"El Gobierno explicó que cobra impuestos por razones ambientales. Es mentira. Tendría sentido si gracias a esos impuestos, las personas pudieran contaminar menos cambiando sus vehículos pero ese no es el caso", ha afirmado Royal, en declaraciones a Radio Classique.

En contra de la moratoria se ha pronunciado el jefe de Los Republicanos en el Senado, Bruno Retailleau, quien ha asegurado que la medida es "absolutamente insuficiente" y ha reclamado "una anulación" del alza de impuestos.

Por su parte, Stanislas Guérini, el nuevo delegado general de La República en Marcha (LRM), la formación que lidera el presidente Macron, ha dicho que una moratoria en el alza de impuestos al carburante permitirá "calmar al país", tras los violentos incidentes protagonizados por los `chalecos amarillos` el sábado en la capital.

Desde el sector educativo, la Unión Nacional de Liceos (UNL-SD) ha mostrado su rechazo a la moratoria en el alza de impuestos al carburante por considerarla una medida insuficiente y ha llamado a manifestarse para convertir este día en un "martes negro" contra el Gobierno.

"La moratoria no será suficiente. Pedimos medidas educativas reales", ha afirmado la UNL-SD, en un comunicado publicado en su cuenta oficial de Twitter poco después de que se conociera la intención del Gobierno de aplazar el aumento de los impuestos a los combustibles.

Macron, de 40 años de edad, quien está rodeado por un equipo joven y con poca experiencia. Según sus detractores, el líder galo malinterpreta las señales de la magnitud del descontento y no comprende que negarse a ceder a una política no siempre es la mejor ruta.

De momento, los `chalecos amarillos` han triunfado y muchos advierten que sólo a través de la protesta "a veces violenta" se logran éxitos. Cabe recordar que Francia tiene ya la experiencia de la Revolución Francesa que se inició con la toma de la Bastilla y en la de mayo de 1968.

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