Un triste adiós, que se convertirá en un hasta luego. Porque en nuestros corazones y sobre todo en nuestra retina quedará de por vida ese contoneo de una de las mejores curvas de la historia.
Gisele Bündchen, el ángel que dejó Victoria's Secret y voló por sí sola
Feliz y con lágrimas en los ojos y simplemente con una camiseta blanca y unos vaqueros remangados pesqueros, se ha despedido en la semana de la moda de Brasil, su tierra. Una tierra, que ha llevado muy a gala a las pasarelas más internacionales y a los lugares más recónditos.
Han pasado 20 años desde que se subiera a las pasarelas como maniquí. Bündchen se ha convertido en la joya de la corona de la moda y en la joya de la corona carioca. Ha sido la mejor embajadora de su Brasil.
Esto sin embargo, y conociéndola es un punto y seguido a lo que ha sido su pasión. La modelo tiene previsto bajar el ritmo pero seguro que no dejarlo y todavía estará más cotizada que antes.
Desde que fuera descubierta a sus 14 años de edad, ha trabajado con los mejores diseñadores, las mejores marcas y los y las mejores modelos. Los que la conocen sabe que es una profesional, en todo su concepto. Pero la 'Reina de las pasarelas', también ha sabido trabajar con firmas low cost y ser su mejor imagen.
Ha sido la revolución. Quiere dedicarse más a su marido Tom Brady y a sus dos hijos, Benjamin Brady y Vivian Lake Brady. Pero lo que tiene claro según su camiseta que: "Lo mejor está por venir"...