Galicia

Una maltratada acusa al agente que la cuidaba de ofrecerle sexo

El acusado, durante la vista oral en la Audiencia de Pontevedra.
photo_camera El acusado, durante la vista oral en la Audiencia de Pontevedra.

El guardia civil niega las acusaciones, por las que la Fiscalía reclama para él 18 meses de prisión

n n n Una mujer, víctima de un supuesto abuso de su cargo por parte de un guardia civil de Pontevedra, sostuvo ayer ante el juez que el agente, que estaba encargado de su protección como víctima de violencia de género, le propuso mantener relaciones sexuales a cambio de "ayudarla en todo". Así lo dijo  durante la vista oral celebrada en la Audiencia de Pontevedra contra José Ramón Q.G., un agente acusado de los delitos de solicitud sexual, negociación y actividad prohibida al funcionario y abuso de su función, por los que la fiscal pide que sea condenado a una pena de 18 meses de prisión y siete años de inhabilitación. Los hechos fueron denunciados de oficio por parte de la propia Comandancia de la Guardia Civil.
En concreto, la mujer ratificó su denuncia ante el tribunal y aseguró que el agente le insistió para que acudiese a su vivienda con el objetivo de mantener relaciones sexuales a cambio de ayudarla "en todo", aludiendo a la protección frente a su agresor. En este sentido, la víctima aseguró que accedió a mantener relaciones porque creyó que la "iba a ayudar", entre otras cosas, con el alquiler de su vivienda, dado que el hombre tenía acceso a su expediente y conocía sus problemas económicos.
Sin embargo, narró, al terminar el encuentro, él le "tiró unos céntimos" con actitud de "desprecio", según recoge el escrito del fiscal. "Y me dijo que no era lo que esperaba, que no valía para nada", afirmó ella.

ÉL NIEGA LOS HECHOS
Los hechos se remontan al año 2016, cuando el acusado ejercía de comandante del puesto de la Guardia Civil de Pontevedra. El hombre negó las acusaciones durante la sesión de ayer. En concreto, aseguró que nunca mantuvo relaciones sexuales con la mujer, aunque reconoció que, para "darle de comer un bocadillo", subió con ella a su domicilio, en la propia Comandancia de Pontevedra.
José Ramón Q. G. explicó que, como comandante del puesto, coordinaba las medidas de protección a las víctimas de violencia de género. Así conoció a esta mujer cuando, en mayo de 2016, recibió una cuchillada de su expareja y tuvo que ser ingresada en el Hospital Montecelo, un periodo durante el que el agente se encargó de su hospitalización.
Según su versión, el día de los hechos, la mujer llamó a emergencias indicando que su expareja había quebrantado la orden de alejamiento, momento en el que él cogió un coche camuflado y acabó llevándola a su domicilio en el cuartel para "hacerle un bocadillo". El acusado atribuye esta denuncia a la "mala relación" que mantiene con él un superior, que fue quien instruyó dicho expediente.
Sin embargo, la fiscal del caso considera "más creíble" la versión de la mujer, que fue "firme en su declaración". n

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