Galicia

Absuelto un acusado de haber disparado a un gato

Una gata amamantando a sus crías, de los muchos que se encuentran abandonados.
photo_camera Una gata amamantando a sus crías, de los muchos que se encuentran abandonados.

Le pedía nueve meses de cárcel, pero no se probó que fuera el autor del tiro

Un vecino de Verín,  Francisco A.A., de 57 años, fue absuelto por el Juzgado de lo Penal 2 de Ourense  de un delito de maltrato animal, por el que el ministerio público le pedía nueve meses de prisión. La jueza, según se pude leer en la sentencia, entiende que durante la vista oral  no pudo probarse que el ahora absuelto disparara con una escopeta al gato de su vecina. 
Los hechos se remontan al 4 de septiembre del 2015 cuando la dueña del felino acudió al cuartel de la Guardia Civil de la capital del Támega y denunció a Francisco A.A. por tirotear a su gato, que, según recoge la sentencia, fue atendido en una clínica veterinaria al presentar "dos objetos tipo balín y perdigones en la columna", dice el fallo. Esto es lo único cierto, que el animal estaba herido y llegó a casa cojeando. 
La dueña insistió durante la vista que viera a su convecino con la escopeta en la mano y escuchó los disparos unos 20 minutos antes de que el gato llegara a casa lesionado. 
El hombre sostienen una versión contraria, que ese día ni tan siquiera estuvo en su domicilio, que salió de mañana para trabajar unas fincas propiedad de su madre, para posteriormente acudir al domicilio de ésta, en el que se quedó a dormir.
La sentencia hace referencia a que denunciante y afectado tienen mala relación, aunque ninguno de ellos acreditó el por qué de la enemistad. La jueza no duda de la versión de uno y otro, pero funda la absolución en que la denuncia se presentó al día siguiente de que el felino resultara herido, sin que nadie comprobara si el entonces acusado de los disparos estaba o no en su domicilio.
Francisco argumento durante la vista que la escopeta que tenía estaba deteriorada, no funcionaba y que su vecino no lo  pudo haber visto disparar porque entre sus casas hay un seto y un muro.  Estos dos últimos extremos, según recoge el fallo, tampoco nadie lo comprobó ni, durante la vista, hizo preguntas al respecto, si la vecina podía ver o no a su convecino con la escopeta en la mano.
También fue absuelto de abonar  los 130,03 euros derivados de la curación de las heridas al gato en la clínica veterinaria. 

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