Las parroquias organizaron actividades para la fiesta del otoño
nnn El Samaín ya está totalmente afincado en Vigo, tal y como quedó demostrado ayer en Navia Vello, Beade, Teis o el Casco Vello, donde los más pequeños fueron los protagonistas. Recuperando el nombre de la festividad celta, las calabazas volvieron a iluminar como cada año por Difuntos. Si tradicionalmente se ponían en los cruces de caminos, ahora los más pequeños realizaron las caras naranjas para adornar sus ventanas. En muchos de los talleres aprovecharon el relleno para hacer “chulas de calabaza”, un postre popular que también vuelve a estar de moda.
La noche de los muertos, del 31 de octubre al 1 de noviembre, no faltó la degustación de castañas asadas. Muchos se tiznaron la cara con el carbón de las castañas para se protegerse de los espíritus, que según las creencias vernáculas, acceden esta noche al mundo de los vivos. También quedó demostrado que cada vez es más fuerte la influencia del Halloween americano. Los disfraces en pequeños y mayores dominaron por las calles. Principalmente en la oferta nocturna. Discotecas y pubs organizaron fiestas de terror.
El Casco Vello volvió a acoger la oferta para mayores con la Foliada dos Mortos, donde grupos de folk interpretaron los temas más apropiados para la ocasión.n
