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Vulcano, un centenario bajo crisis

Imagen del astillero en los años 50, disponía de un taller de fundición propio.
photo_camera Imagen del astillero en los años 50, disponía de un taller de fundición propio.

El astillero vigués llega a los 100 años bajo amenaza de liquidación, tras ocho años en caída y con un solo barco

El centenario de Vulcano puede que sea un visto y no visto ya que la sombra de la liquidación vuelve a planear sobre el astillero que cuenta los días para saber qué pasara con su futuro. "No sabemos qué va a ocurrir, es una incertidumbre y la situación es agónica", indica el presidente del comité, Nicolás Sangabriel, representante de los trabajadores (70 personas) que pasaron las Navidades haciendo guardia en las instalaciones de Teis para vigilar el único barco que tienen, el ferri 'Villa de Teror'. 

El buque es propiedad del Banco Santander que tendría que desbloquear 15 millones de euros para que el contrato siga en pie y pueda se entregado a Trasmediterránea. Es cuestión de días porque la naviera podría renunciar al buque si no se produce de manera inmediata. "Es la historia de nunca acabar", dice el sindicalista. Sí lo es porque este barco llegó a Vulcano en 2013 procedente de la extinta Astilleros de Sevilla pasando por varios clientes tras los continuos retrasos en su entrega. 
Pero el astillero vigués ya arrastraba problemas de años antes. Una deuda millonaria le tuvo en la cuerda floja y hace justo ocho años (enero de 2011) presentó concurso de acreedores (el segundo en su historia reciente). La liquidación estuvo muy cerca pero se salvó del cierre después de que Pymar -sociedad de pequeños y medianos astilleros privados de España- le perdonara un 80% de la deuda de más de 120 millones que contraía. 
La carrera de obstáculos para Vulcano continuó el año pasado tras ratificar el Supremo una sanción de 25 millones por la quiebra de su filial Factorías Juliana. 
La solución a su crítica situación podría pasar por la venta de la compañía, que lleva tiempo sobre la mesa con contactos con empresarios asiáticos, según confirmaron a este diario fuentes del sector. O eso o la liquidación que supondría el punto y final a una firma histórica fundada hace un siglo por el empresario vigués Enrique Lorenzo y que hoy está en manos de la familia Santodomingo.
Fue en el año 1919 cuando inició su actividad como una empresa dedicada a la fabricación y reparación de calderas de vapor. En los años 40 comenzó en trabajos del naval como varadero y en la segunda mitad de los 60 ese convierte en un astillero especializado en la fabricación de grandes arrastreros de acero, remolcadores o cargueros hasta construir más de 200 barcos.n

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