JOSÉ MARÍA GAY DE LIÉBANA ECONOMISTA Y PROFESOR DE ECONOMíA FINANCIERA

“Tenemos un Estado obeso, tremendo y que es un leviatán que nos está devorando”

Gay de Liébana participa hoy en el Congreso de Jóvenes Empresarios.
photo_camera Gay de Liébana participa hoy en el Congreso de Jóvenes Empresarios.

El economista más mediático y profesor de Economía Financiera, José María Gay de Liébana, será uno de los ponentes estrella del Congreso Internacional de Jóvenes Empresarios que empieza hoy en Vigo en el Centro Social Abanca. 

También estarán en esta primera jornada el trader Josef Ajram, la gurú del marketing Elena Alfaro o Catalina Hoffmann. 

¿Estamos saliendo de la crisis?
Yo creo que no. La verdad sea dicha ha habido unos augurios muy optimistas en la primera parte del año y, sobre todo, cuando encarábamos el verano y parecía que todos queríamos ver la salida. Ya en septiembre nos hemos dado cuenta que viene un otoño caliente. Las cosas no van porque las tiendas no venden, la gente no consume porque no tiene dinero, porque hay incertidumbre, porque les han rebajado los salarios y sus puestos de trabajo penden de un hilo o están en el paro. En la economía tiene que tirar siempre el consumo y la inversión, y luego también financiación. Los bancos tienen que pasar ahora los test de estrés y están esperando a ver qué notas les van a poner. Realmente está complicado los grandes motores como Alemania no están tirando, Francia está paradita y nosotros en este entorno que no muestra alegría pues nos contagiamos.

¿Podría haber una recaída en la crisis?
No me extrañaría. Para nosotros sería muy mala noticia porque en el momento en que parecía que empezábamos a levantar un poco el vuelo ahora otra vez encallamos. Esto redundaría en que donde hay 5,6 millones de parados, que es una cifra alarmante y brutal, pues que tuviéramos más paro y lo que es el mundo de las pequeñas y medianas empresas se vería contagiado. Yo miro mucho las fotografías con las que yo ilustro mis conferencias y veo a Luis de Guindos en los últimos días con una cara de preocupación. Seguramente es el modelo económico. En el caso de España es nuestro modelo productivo en el que dejamos de lado al sector de la industria y estamos pagando las consecuencias. Así que no es culpa de este Gobierno, ni mucho menos. Es un proceso desde los 80 que hemos ido desindustrializándonos. Entonces es difícil ver cómo a corto plazo vamos a ser capaces de repuntar. Ahora saldrá un dato bueno del PIB pero será por todo el tema de la prostitución, no será a algo real sino un cambio metodológico.

En la calle hay una sensación muy extendida de que en esta crisis el pato lo han pagado las empresas privadas.
Efectivamente. Yo creo que los empresarios son muy flojitos, no se han puesto serios y tenían que haber exigido mucho más. Aquí hay un problema y es que las pequeñas y medianas empresas, en España hay 3.143.000 empresas y menos 3.822 todas las demás son pequeñas y medianas, pues esas tienen una Seguridad Social altísima, pagan la energía carísima, la presión fiscal les devora y además no le dan crédito. Y no le dan crédito porque los bancos prefieren dejarle al Estado a través de la Deuda Pública que le da el 4, el 5 y hasta el 6% que no prestan a las empresas. El Estado se ha convertido en el enemigo público número uno, en el gran adversario del sector privado. El Estado está succionando recursos de la banca y está exigiendo unas cargas que son insoportables. Aquí hay un problema tremendo y estamos trabajando para el Estado. El problema es que tenemos un Estado obeso, gordo, tremendo y que es un leviatán que nos está devorando a todos. Si tuviéramos un Estado ligero y que no tuviera una estructura tan enorme no habría tantas cargas porque hay que financiar todo esto. Y además se han metido a rescatar entidades y la broma la estamos pagando nosotros.

Parece que hay un pequeño rayo de luz con el emprendimiento, hay muchas nuevas iniciativas.
Creo que es clave. Sería bueno volver a lo de antes, empezar con un pequeño proyecto, una idea, ese espíritu emprendedor. Que dependas de ti mismo. Pero eso hay que facilitarlo y hace falta un marco cómodo y que sea propicio para las iniciativas empresariales. Nos falta un poco el espíritu norteamericano, que cualquier chaval se pone en el garaje de su casa y sale una empresa. Vigo además es muy pujante desde el punto de vista económico y empresarial y la tradición de Vigo que es el motor de Galicia. Además Galicia está escribiendo páginas brillantes como Inditex. Estos referentes e iconos los chavales deben verlos. Pero para esto necesitamos revalorizar la figura del empresario, que sea un tío bien considerado, que le reconozcamos el mérito, que no es ningún explotador sino que es un tío que arriesga, que tiene iniciativa.

¿Qué opinión tiene del 9-N, la fecha para la consulta catalana?
Lo único que pido es que se arreglen las cosas. Yo soy catalán y español, español y catalán, por tanto lo único que quiero es que haya entendimiento. Como catalán a veces me siento abandonado, porque creo que igual desde Madrid no nos prestan la atención que deberían. Pero entre el tancredismo de Mariano Rajoy y el radicalismo de Artur Mas se puede buscar un punto intermedio. Creo que no es bueno empezar a deconstruir Europa. Creo que hay que construir una Europa que sea fuerte, robusta, hay que ir a integrar pensando en dentro de veinte años. Hay que arreglarlo. No es bueno para Cataluña irse de España ni para España que Cataluña se vaya. Esto implicará reformar la Constitución. Hubo un momento del café para todos y seguramente a nivel de auténtica entidad de comunidades autónomas pues había tres o cuatro que pueden ser Euskadi, Cataluña y Galicia, pero vamos a tratarlas bien y buscar desigualdades para conseguir la igualdad. Yo el 9-N no sé si se votará o no, yo hace años que no voto, por lo tanto tampoco votaré. Los unos y los otros nos toman el pelo.

¿Animará la reforma fiscal la economía doméstica?
Hay un primer perfil que sería la parte de los rendimientos del trabajo que efectivamente se va a ver una mejoría, pero que nos llevará a donde estábamos antes, en 2016 volveremos a 2011. Hay un punto que me preocupa, que está en fase de discusión en el Congreso de los Diputados, que son los demás conceptos, el Impuesto sobre la Renta, el señor que recibía 1.500 euros por dividendos y no pagaba nada ahora va a tener que pagar o el señor que vendía una casita y casi no pagaba nada ahora va a tener que pagar. A la que hagas cualquier movimiento te vas a ver castigado. Creo que es una reformilla, porque una reforma fiscal es construir un nuevo impuesto sobre la renta, no parchear el actual. Se pierde una oportunidad muy buena porque si se hubiera parido un nuevo impuesto sobre la renta las cosas habrían cambiado, como en aplicar un atractivo régimen de deducciones en la cuota para toda una serie de gastos que son los que pagas de forma doméstica, el arreglo del fontanero o de un albañil, que se pudiera desgravar algo a cambio de tener las facturas. Igual que si tienes una persona que te ayuda en casa. Ayudaríamos a que emergiera una parte de la economía sumergida. Por otro lado el Impuesto sobre Sociedades lo que he visto no me gusta. Se rebaja el tipo del impuesto pero también debemos ver el sacrificio que va a suponer porque se va a limitar la deducibilidad. En el IVA el ministro ya ha dicho que no va a aumentar, aunque ahí está Bruselas. Tengo la convicción de que lo que dejará de ingresar el Estado nos van a apretar con más impuestos autonómicos, medioambientales o tributación municipal. Así que no soy muy amante de esta reforma fiscal. n

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