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Shanghai Kaichuang desembarca en Albo y asegura que llegan para crecer

La sede de la conservera Hijos de Carlos Albo está en Jacinto Benavente.
photo_camera La sede de la conservera Hijos de Carlos Albo está en Jacinto Benavente.

La junta formalizó ayer el traspaso a la firma china con la asistencia de más de cuarenta accionistas de la familia

n n n   Continuidad fue un concepto que sonó mucho ayer en la junta de accionistas de la conservera viguesa Hijos de Carlos Albo, la última con la empresa en manos de la familia que la ha pilotado durante 147 años y que ahora pasa a manos de la empresa china Shanghai Kaichuang. La junta, que se reunió en el hotel Nagari de Vigo, reunió a más de cuarenta accionistas (de los 64 que tenía la empresa) de la familia Albo llegados de distintos puntos de España para certificar al traspaso de la propiedad.
Allí el portavoz de  Shanghai Kauchuang, que habló en chino con un traductor, transmitió a la familia Albo el agradecimiento por un fácil acuerdo y aseguró que saben valorar lo que es esta empresa y que para ellos representa una marca muy importante.
En este sentido transmitió su orgullo por haber comprado una empresa con tantos años y conocimiento en el mundo de la conserva y que su intención ahora es superar otros 147 años de historia y hacerla crecer y expandirla.
Los trámites legales llevaron toda la mañana de firma de documentación en la notaría de la calle Reconquista, pero la reunión fue rápida, según pudo saber este periódico en fuentes solventes. La junta aceptó la dimisión de los miembros del consejo de administración y se nombraron los nuevos administradores.
La quinta generación de la familia Albo tomó la decisión de vender la empresa, que tuvo muchos novios, pero en la que se hacía difícil el relevo con 64 accionistas de la familia en la junta. Así que para la familia ha sido un momento de satisfacción pero también de tristeza.

compra la actividad
Shanghai Kaichuang compra la actividad, la maquinaria y patentes de la empresa, mientras que las propiedades inmobiliarias siguen en manos de la familia, que las cederá en régimen de arrendamiento a la conservera. 
La operación se cerró por un importe de 61 millones de euros.
Los nuevos responsables chinos ya llegaron a la empresa conservera la semana pasada, donde han desembarcado con un pequeño equipo de entre cuatro y cinco personas entre responsables financieros, de compras y marketing. n

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